TE ESTOY AMANDO LOCAMENTE, PELÍCULA PARA APLAUDIR
El viernes 28 de julio fuimos a los Cines Renoir a ver esta
tan importante y necesaria película para nuestra Memoria Histórica, dirigida por Alejandro Marín, con guion del mismo Marín y de Carmen Garrido Vacas e interpretada por Omar Banana y Ana Wagener.
Narra la historia del Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria de Sevilla y de ella podemos hacer al menos tres análisis: político,
social y formal.
ANÁLISIS POLÍTICO
Se trata de los primeros años de la
actual democracia tras la muerte del dictador fascista, unos años que los seguidores
de los partidos monárquicos y de las organizaciones profranquistas han
calificado como de “transición modélica”. Modélica sólo para las personas blancas, occidentales, heterosexuales y cristianas (WASP), porque la homosexualidad y las identidades LGTBI siguieron estando perseguidas y reprimidas. Primero con la Ley de Peligrosidad Social que siguió encarcelándonos hasta su reforma en 1979 y después con la de Escándalo Público que no se derogó hasta 1988. La Ley de Peligrosidad social no se derogó completamente hasta 1995. Curiosamente los fans de esa "transición lgtbiqfóbica" nos dicen que finalizó en 1982.
La película está muy bien documentada y en ella se muestra el momento político y la represión en diversas escenas: la terapia de conversión con electroshock, la redada, el montaje policial en el que un policía fascista acusa al detenido de haberle agredido.
Precisamente el jueves cené con un amigo y salió en la conversación el tema del Orgullo Critico. Me preguntó mi amigo que qué teníamos todavía que reivindicar si ya es legal el matrimonio y la adopción. Y mi respuesta fue que, al igual que con el resto de crímenes del franquismo, nos faltan Garantías de No Repetición. Mientras no se deroguen las leyes que siguen imponiendo de forma militarista que la declaración en juicio de un policía tiene más credibilidad que la de un marika. Mientras no se derogue la Ley Electoral que permite que a las elecciones se presenten partidos que llevan en sus programas la modificación o eliminación de las leyes que nos protegen, mientras en muchas comunidades gobiernen organizaciones criminales franquistas (por mucho que las leyes actuales las blanqueen como "partidos constitucionales"), que proponen que se legalicen las terapias de conversión, que están prohibiendo la exhibición de símbolos como la bandera que representa la igualdad de derechos, o proponen la prohibición de que se muestre la diversidad familiar en los centros escolares, tenemos que seguir manifestándonos. Y no con carrozas y firmas comerciales sino con pancartas, megáfonos y acciones directas no violentas como las que vemos en la película, me emocionaron la acción en el hospital y la acción en la Giralda.
También comenté con mi amigo que los derechos deben ser universales, no solo para personas blancas, también para las personas LGTBIQ que huyen de países donde la homosexualidad está castigada incluso con penas de muerte y que siguen teniendo muchas dificultades para obtener asilo como refugiadas en nuestro Estado, siguen encontrándose con leyes antiinmigración, con vayas criminales, y con deportaciones. Y en algunos casos como ocurrió en el Tarajal, encuentran la muerte. Por eso en el Orgullo Crítico también criticamos las leyes migratorias y pedimos que abran las fronteras para que entren más marikas y bolleras.
ANÁLISIS SOCIAL
En la película se retrata una sociedad mayoritariamente lgtbiqfoba. Como dijo Hilario durante la cena en todo el mundo la sociedad de esos años era mayoritariamente opuesta a nuestros derechos. En ese sentido es relevante la escena del señor que está dispuesto a firmar cualquier cosa porque "Yo soy de izquierdas", pero cuando se entera de que se trata de legalizar la homosexualidad se echa para atrás, "Ah, no, eso no".
Vemos la patologización de las identidades LGTBI, especialmente en la escena del electroshock y recordemos que hasta este mismo año, 2023, con la entrada en vigor de la nueva legislación sobre derechos LGTBI, la transexualidad no se había despatologizado (y eso que la "transición modélica" supuestamente acabó en 1982).
La película nos muestra la evolución de la sociedad a través de la postura de la madre. Las madres, y especialmente ellas más que los padres, en aquellos años tuvieron mucho protagonismo en la evolución de los derechos sociales, recordemos los colectivos de madres contra la droga, madres de insumisos presos, madres de hij@s robad@s, madres de desaparecid@s (aunque estas especialmente en Argentina).
También debo reseñar el papel de la iglesia de base. Las Juventudes Obreras Cristianas también estuvieron en la organización de muchos movimientos sociales. Recordemos que hasta las CCOO empezaron a organizarse clandestinamente en locales de la iglesia. Y hasta en el Movimiento de Objeción de Conciencia los primeros objetores e insumisos fueron miembros de colectivos de cristianos de base. Pero en la película también se critica el doble juego sucio de la Iglesia Católica, por un lado el cura obrero que apoya abiertamente a la Comunidad y por otro la curia eclesiástica que les expulsa del templo. Y este doble juego sucio lo siguen perpetrando hasta nuestros días.
Si analizamos los resultados de las últimas elecciones municipales, autonómicas y generales podemos concluir que una parte muy amplia de la sociedad española sigue siendo machista, heterosexista y lgtbiqfoba. Hace unos días estuve charlando con una amiga que se confiesa votante de la derecha pero que dice estar a favor de nuestros derechos, por supuesto una cosa es lo que pensamos y otra lo que votamos, pero si se ha votado a un partido que está gobernando en muchas autonomías con el apoyo de una organización franquista que quiere derogar la ley de derechos lgtbi (entre otras), se está votando lgtbiqfobia. Yo, por eso siempre tengo claro que mi voto es en Conciencia. Para mí nunca debería hacerse esa diferenciación: Una cosa es lo que pensamos y la misma cosa debería ser la que votáramos. Pero por supuesto esa es solo una opinión, perfectamente rebatible.
ANÁLISIS FORMAL
La película pretende ser un documental ficcionado, es decir que nos muestra la realidad de la lucha del movimiento lgtbiq en Sevilla, pero atravesada por una trama de ficción. En realidad es una historia que pudimos vivir millones de personas lgbiq en esos años, y que muchas siguen viviendo en la actualidad. Personas que son expulsadas o se ven abocadas a abandonar el hogar familiar para poder encontrarse a sí mismas, para poder asumir sus propias identidades. Y ante las dificultades, puertas legales que se cierran y ventanas de solidaridad que se abren.
Y mucha música. La primera escena tiene como música de fondo "El garrotín" de Smach. Y ya con eso les guionistas me ganaron, porque es uno de mis grupos y canciones preferidos. Después hay mucha música de esos años, pero se hace hincapié en el "Yo no soy esa", de Mari Trini, verdadero himno lgtbiq y feminista de esa época.
Además de la música, como ya he reseñado, me emocionaron las acciones directas noviolentas.
Y por supuesto cualquier película que tenga como escenario la monumental ciudad de Sevilla es por definición pura belleza.
La sala estaba al completo, hacía mucho tiempo que no veía un cine lleno, aunque no es una sala muy grande, pero tiene bastante aforo. Finalizada la película irrumpí en emotivos aplausos y todo el público me acompañó.
Ahora en algunas comunidades las organizaciones criminales franquistas están queriendo prohibir que en los colegios se muestre la diversidad, cuando de verdad haya finalizado la "modélica transición" con garantías de no repetición, considero que esta película debería ser proyectada como parte del currículo en todos los institutos y universidades.
"Porque las cosas están cambiando. Pero no han cambiado todavía".
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