LA SEMILLA DE LA HIGUERA SAGRADA

El sábado 25 de enero estuvimos Hilario y yo en los cines Golem viendo esta emocionante, documental y concientizadora película dirigida y con guion de Mohammad Rasoulof, cineasta iraní que ha sido premiado internacionalmente por varias de sus películas y que sufre persecución política en su país por el contenido social de sus guiones. 

Después de varias estancias en la cárcel, el cineasta huyó definitivamente de su país tras rodar la película. De hecho concibió este filme en una de sus muchas estancias en la cárcel y lo rodó al salir, a escondidas. Cuando las autoridades de Irán supieron que "La semilla de la higuera sagrada" había sido seleccionada para competir en Cannes, donde acabó ganando el premio especial del jurado, condenaron nuevamente al director, esta vez a ocho años de prisión, latigazos y la confiscación de sus bienes por "atentar contra la seguridad nacional". Fue entonces cuando Rasoulof optó por huir al extranjero en una peligrosa travesía de 28 días que lo llevaría hasta Egipto antes de conseguir asilo en Alemania. 

La película dura dos horas y tres cuartos y sin embargo no se nos hizo en absoluto larga gracias a esa mezcla de thriller, documental y situaciones que nos obligan a pensar, analizar, razonar y tomar conciencia.  Las cuatro personas protagonistas hacen unas interpretaciones tan sinceras que podemos llegar a asumir cada unos de los posicionamientos que se plantean ante la situación social que se denuncia, desde los problemas de conciencia del juez que no está de acuerdo con las sentencias de muerte que se ve "obligado" a firmar, hasta la sumisión incondicional de su esposa, pasando por las actitudes críticas y desafiantes de las hijas. 

De la fotografía habría que destacar las escenas paisajísticas desérticas de grandes macizos y sobre todo lo que parecen unas ruinas en la escena final, una de las escenas con más movimiento y más tensión, en algún medio he leído que las relacionan con el western. 

La única "pega" que le pongo a la película es que al principio narran por escrito la leyenda de la higuera sagrada que le da título, pero los letreros pasan demasiado rápidos y no llegué a enterarme.

MUJER, VIDA, LIBERTAD

Aunque este eslogan lo empezaron a utilizar las mujeres kurdas de Irán, parece que ya ha sido adoptado por todos los colectivos que luchan en Irán y otros países por la liberación de las mujeres, especialmente contra el régimen islamista que obliga a las mujeres a ocultarse bajo los velos. Las protestas  comenzaron en 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, quien murió tras ser detenida y golpeada por la policía religiosa islámica. En la película este hecho y las posteriores protestas y represión se muestran de forma documental a través de las noticias manipuladas que se emitieron por la televisión y a través de los vídeos que la ciudadanía filmó con la telefonía móvil. Los teléfonos móviles son tan protagonistas en la película (y en la realidad de aquellas protestas) como las personas. 

Podríamos diferenciar dos tiempos en el guion, un primer tiempo en el que se muestra, como digo de forma documental, la represión hacia las mujeres y un segundo tiempo en el que se ejemplifica esa represión y violencia machista dentro de un núcleo familiar, el padre que interroga oficialmente, encierra en calabozos de aislamiento, que arrastra a su propia mujer y apunta con la pistola a su propia hija. Uno de los detalles que más me impresionaron fue que en la casa donde según él se había criado hubiera calabozos. 

LA PISTOLA

Otra de las protagonistas no humanas es la pistola. Una pistola que el estamento "judicial" entrega al juez para autodefensa sabiendo que al ser nombrado "juez instructor" iba a ser señalado por la ciudadanía como represor y verdugo, ya que se le obliga a firmar sentencias de muerte sin investigar las denuncias. En ese momento al ciudadano se le militariza y pasa a ser obligado a obedecer ciegamente las órdenes de sus superiores. La pistola representa la militarización de la ciudadanía. Y el hecho de que le desaparezca (no quiero desvelar cómo) implica la vulnerabilidad de los sistemas que se basan y mantienen con violencia y  represión. A su vez esa desaparición es el desencadenante en el guion de esa última parte en la que se escenifica la violencia machista en el núcleo familiar, la parte más thriller que nos mantiene expectantes con lo que, como dije, la película no se nos hace nada larga. 

CONCIENCIA

He empezado destacando que la película es concientizadora. Como antimilitarista destaco en ese sentido por un lado los problemas de conciencia del juez que no está de acuerdo con las penas de muerte pero termina obedeciendo ciegamente a sus superiores. Y por otro las razones de las protestas, el hecho de que las mujeres se negaran a usar el hiyab. Me emocionó la escena en la que se queman los hiyabs en una gran hoguera, me recordó a algunas manifestaciones en las que las personas antimilitaristas quemamos documentos militares.

En la era de las redes sociales asumimos como muy positiva la posibilidad de difundir imágenes y videos de la represión para contrarrestar las desinformaciones de los canales oficiales. Pero tal vez nos cree problemas de conciencia la difusión de los nombres y domicilios de las personas que consideramos represoras. Desde el movimiento memorialista sí que queremos hacer públicos los nombres de quienes asesinaron a nuestros familiares. No para que la ciudadanía se tome la justicia por su mano, sino para pedir a las instituciones que se haga justicia con garantías legales.

Otra cuestión que considero que también tiene mucho que ver con la Conciencia es el supuesto deber de respeto y obediencia a las personas progenitoras. Sabemos que hay personas progenitoras maltratadoras y abusadoras sexuales y que se dan casos de "violencia vicaria". Sabemos que hay o puede haber diferencias generacionales, culturales, ideológicas y religiosas, a veces insalvables, entre la juventud y sus progenitoras. En la película también se escenifica este asunto en una escena en la que el padre les recuerda a las hijas que él siempre las ha tratado con mucho respeto y amor. El chantaje emocional puede ser también otra forma de violencia.

Sé que se me va a criticar por expresar lo siguiente. En España hay colectivos, incluso feministas y antimilitaristas que defienden que las mujeres migrantes lleven hiyab porque es un distintivo de la cultura de sus países de origen. Pero considero que cuando en esos países de origen se persigue, tortura y asesina a mujeres por negarse a llevarlo, el hiyab se convierte en un símbolo de represión, sumisión, machismo, militarismo y violencia. Nos dicen que las migrantes en España lo usan de forma voluntaria, es como las tocas de las religiosas cristianas, las religiosas las usan voluntariamente, pero si a todas las mujeres se les obligara a llevarlas bajo pena de muerte ¿seguiríamos considerándolo voluntariedad?.

Debo reconocer que esta película no era mi primera opción, yo quería ver "Las vidas de Sing Sing", de Greg Kwedar, pero la proyectan en unos horarios que no nos cuadran. 

Desde luego "La semilla de la higuera sagrada" es cien por cien recomendable.