MODIGLIANI, TRES DÍAS EN MONTPARNASSE
El domingo 30 de marzo estuvimos Hilario y yo en los cines Princesa viendo esta película de Johnny Depp, protagonizada por Riccardo Scamarcio.
Narra la amistad de Modigliani (Livorno, 1884- París, 1920) con Chaim Soutine (Smilóvichi, gubernia de Minsk, 1893 – París, 1943), pintor bielorruso, perteneciente a la denominada Escuela de París y el pintor francés Maurice Utrillo (Montmartre, 1883 - Dax, 1955). Aparecen otros personajes históricos como Léopold Zborowski (Varsovia, 1889-París, 1932) quien fue un poeta polaco, afincado en la capital francesa y marchante de Amedeo Modigliani; Maurice Gangnat, (1856-1924), ingeniero y coleccionista de arte. Y Beatrice Hastings era el seudónimo de Emily Alice Haigh (Londres, 1879 – Worthing, 1943), escritora, poeta y crítica literaria, pareja de Modigliani durante esos años, con quien compartió apartamento en Montparnasse y fue musa de algunas de sus obras. Utrillo está considerado como el pintor de Montmartre
por excelencia, tuvo una prolija obra que en su momento fue muy poco
valorada, hasta el punto que sus cuadros posteriormente considerados
obras maestras, en su día apenas le dieron para vivir. En la película dice haber pasado por un manicomio, quiere alistarse a la guerra para horror de Modigliani que le quiere convencer de desistir con la premisa de que "nosotros somos artistas, no soldados". Finalmente vuelve porque al verle las autoridades quieren volver a internarlo. Soutine fue, de los tres, quien tuvo mejor suerte en la vida, en 1923, un coleccionista
norteamericano adquirió un gran número de sus obras, en 1927 celebró
su primera exposición en la galería de Henri Bing, de este modo se
introdujo plenamente en el mercado del arte y en 1937 algunas de sus
obras fueron incluidas en la Exposición de Artistas Independientes. ¡Quién lo diría!, en la película se le retrata como el el más desastroso e impresentable de los tres. Aunque precisamente el coleccionista Gangnat se interesa más por su obra que por la de Modigliani.
Por cierto que Gangnat está interpretado por Al Pacino. Un papel de una sola escena, intensa y tal vez lo mejor de la película, no por Pacino sino por el discurso que le espeta Modigliani ante el desprecio por su pintura y el interés por una escultura que precisamente él no quiere vender. Un discurso sobre el valor del arte que no siempre es el mismo para el artista que para el comprador. Sobre el mercantilismo escandaloso que podemos comprobar leyendo las noticias actuales. En un artículo de 2018 en la web de El Confidencial podemos leer: "Un desnudo pintado por Amedeo Modigliani en 1917 ha sido vendido en una subasta de Sotheby's por 131,8 millones de euros. La pieza vendida está considerada por Sotheby's como la obra maestra de
esa serie de desnudos que pintó Modigliani. Zborowski
ofreció a Modigliani 15 francos de la época al día por pintar la serie, y
las modelos que posaron para el italiano, relativamente anónimas, lo
hicieron cobrando cinco francos". Deprimente.
Sobre Modigliani, según he encontrado en un artículo publicado en 2020 por M. E. en el XLSemanal del ABC, "La leyenda dice que en su último viaje a Italia, en 1912, tras un ataque de rabia ante las bromas de sus amigos, acarreó sus esculturas hasta el canal de los holandeses de Livorno y las tiró al vacío". En la película también destroza parte de su obra y lanza al Sena una escultura dedicada a Beatrice Hastings, pero no sé si será algo histórico o una figura literaria tipo flashback de lo que realmente había ocurrido años antes en Italia. Aunque Beatrice le espeta en varias ocasiones que esto lo hace a menudo. "Siempre estás creando y destruyendo,como esta guerra". No entendí bien esta aseveración, en realidad yo no creo que la guerra cree nunca nada, solo destruye.
Lo que, aunque no se nombra, ya se percibe en la película es el inicio de la tuberculosis por la que morirá a los 36 años.
La acción ocurre en medio de la Primera Guerra Mundial, con sonido de fondo de aviación militar, alistamientos y vuelta a París de jóvenes mutilados. Este ambiente unido a algunas drogas le hace tener alucinaciones en las que se le presenta la muerte. Beatrice le dice que debería conservar su pintura porque con su enfermedad, no la nombra, pronto no podría coger un martillo para hacer escultura.
Se trata de un drama oscuro y escalofriante, por la historia de Modigliani y por el entorno de la guerra. Me gustó el experimentalismo de Johnny Depp intercalando escenas en blanco y negro en formato tipo Lumière, a modo de homenaje a la historia del cine, aunque no sé si la idea es de Depp o del guionista Jerzy Kromolowski. Precisamente nos encantó este juego porque justo la semana anterior habíamos estado disfrutando con "Lumière, la aventura continúa" de Thierry Fremáux. Por otro lado las escenas de las alucinaciones siempre me impresionan por lo que tienen de surrealismo y, en este caso, el personaje que se repite en las alucinaciones me hizo pensar en rituales masónicos mozartianos, aunque se supone que representa a la muerte. Y para surrealismo buñueliano hay una escena de Soutine digna de "La ilusión viaja en tranvía", un toque de humor negro.
Seguramente estos detalles de esperimentalismo que a mí más me interesan serán los que menos gusten en general por lo desconcertantes y rompedores de la línea argumental.
Estuvimos conversando sobre la escena primera en la que Modigliani tras una pelea en una restaurante de lujo sale disparado por la ventana destrozando una bella vidriera modernista. He intentado buscar en la web si el hecho es real o una fantasía de Depp y Kromolowski. En La razón, Carmen Lobo deja claro que no le ha gustado nada la película, pero me hizo gracia la frase que utiliza: "Modigliani rompe
la vidriera de un famoso restaurante tras realizar una serie de
cabriolas y hacer varios comentarios dignos del mismísimo Jack Sparrow". Yo le había comentado a Hilario que me pareció muy Capitán Alatriste.
Me encantó Ricardo Scamarcio que, como he leído en varios artículos sobre el pintor, "con porte elegante, pese a su economía raída, culto y rabiosamente guapo, Amadeo Modigliani era un seductor nato" (M.E. en XLSemanal del ABC); "parece ser que tenía un gancho infalible con las mujeres. Talento innato
que los hombres de su entorno igualmente apreciaron -y no estoy
hablando de homosexualidad, sino de desprender seducción-, y así lo
atestiguan las más que cariñosas palabras que una vez Jean Cocteau le
dedicó, tildándolo de encantador" (Blog Estética del arte, de David Rafael). Curiosa referencia, seguramente este tal David desconozca o quiere desconocer que precisamente Cocteau sí era homosexual; "En las diferentes biografías se explicita que Modigliani era
atractivo, encantador, y que no rehusaba a usar esas características
para vivir de las mujeres que atraía o para que le presten dinero. Era,
en pocas palabras, un don juan". (Juan Batalla en Infobae). En fin, en la película hasta le da un beso en la boca su.... (¡Stop!, esto sí es spoiler, os dejaré que lo disfrutéis, a mí me encantó).
Comentarios
Publicar un comentario