EL BOMBARDEO DEL HOSPITAL GALLIERA
Por desgracia llevo varias semanas en Génova con mi pareja hospitalizado en el hospital Galliera. Es un edificio histórico monumental, donde quedan algunas pinturas murales de gran belleza de estilo pompellano.
Durante la segunda guerra mundial sufrió un bombardeo. Paseando por los pasillos he descubierto una lápida dedicada a las víctimas con el texto: "Al alba del 9 de febrero de 1941 un disparo de cañón de la marina inglesa sobre el séptimo pabellón mató a víctimas inocentes de la ira enemiga".
Lo de la "ira enemiga" me parece absolutamente inapropiado y profascista. El fascismo italiano, junto con el nazismo alemán y el fascismo español fueron los enemigos que declararon "la ira" bélica, primero contra la población civil española y después contra las poblaciones del resto de Europa. Aunque la bomba fuera inglesa, la responsabilidad de aquellas muertes fue del gobierno italiano. También el fascismo italiano bombardeó escuelas y hospitales en España. Y también sabemos que desde edificios públicos como, al menos, iglesias, los fascistas disparaban contra la ciudadanía y la resistencia civil.
Junto a la lápida hay un cartel explicativo con el texto: "Bombardeo naval de la flota inglesa. A pesar de que el hospital no constituía un objetivo estratégico y estaba adecuadamente señalizado con una cruz de gran dimensión pintada en el techo, fue objeto de repetidas ofensivas con bombas aéreas, bombas incendiarias y sobre todo el bombardeo naval inglés del 9 de febrero de 1941. Las consecuencias fueron particularmente graves para el Galliera, provocando entre otros daños el colapso vertical del séptimo pabellón donde perdieron la vida 19 personas. La ojiva de la bomba se conserva todavía junto a la lápida expuesta en la entrada de la sala".
Lo de las ojivas de las bombas ya las he visto expuestas en varias iglesias y catedrales de Italia, siempre con mensajes culpando a "los otros" y nunca asumiendo sus responsabilidades. Un ejercicio de cinismo que, repito, considero profascista.
En la fachada del hospital hay un recordatorio a un partisano antifascista de Cabo Verde, Nicola do Rosario, caído en combate "por la libertad".
En la Vía Innocenzo Frugoni que lleva hasta el Hospital hay otro dedicado a Limocini Italo, también "caído por la libertad".
En la acera de la calle XX de Septiembre he visto un stolpersteine en memoria de Cesare Pompilio asesinado en el campo de concentración de Fossoli. Hasta ahora es el único stolpersteine que he localizado aunque seguro que habrá decenas por la ciudad.
Todos estos indicios memorialistas me llevan a reflexionar, una vez más, sobre que el verdadero enemigo en todas las guerras es el militarismo, los ejércitos y las armas. Y las principales víctimas son siempre la población civil. Ante esto sólo queda seguir reivindicando la desobediencia civil, la Objeción de Conciencia antimilitarista, la deserción de todos los ejércitos y la Resistencia contra todas las guerras. Y esto sirve para todas las guerras pasadas y las actuales. Si queremos un futuro de paz debemos dejar de fabricar bombas.
Termino esta entrada con algunas fotos de este bello edificio:
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