CONTRA LA DOMESTICACIÓN DE LAS OTRAS ESPECIES ANIMALES
En cualquier caso considero que no existen dos personas en el mundo que podamos coincidir 100 por 100 en cuestiones de ideología. Me considero animalista, antiespecista y ecopacifista. Pero tengo mis propios criterios y disidencias.
He leído que el MITECO (Ministerio de Transición Ecológica) está elaborando un listado de animales legales de compañía, reduciéndolos a especies domesticadas, para evitar así el tráfico ilegal de especies “exóticas”.
Entiendo que el Neolítico las primeras comunidades humanas domesticaran algunos animales. Y entiendo que lo hicieron para servirse de ellas en las incipientes actividades agrícolas. No tiene sentido la domesticación del perro o del buey si no es para ponerles a trabajar. Más adelante descubrieron la posibilidad de utilizar a algunas especies animales como medios de trasporte. No se comprende la domesticación del caballo, el elefante o el camello si no es para montarlos. También en el Neolítico se empezaron a domesticar animales con el fin de obtener alimentos (huevos, leche, carne). Sólo así se entiende la domesticación de vacas, ovejas, cabras, gallinas, cerdos… Y los perros siempre fueron utilizados para vigilar el “ganado”. Y esto se ha mantenido hasta la revolución industrial.
Ahora, quienes defendemos los derechos de los animales nos oponemos a cualquier forma de explotación animal, ya que desde el comienzo de era industrial ya no es necesario ni utilizar el buey para tirar del arado, ni utilizar el burro para cargar materiales, ni el caballo como medio de transporte. Por otro lado, cada vez somos más las personas que hemos decidido, por motivos éticos y antiespecistas, dejar de comer animales, porque hoy en día los seres humanos ya no necesitamos ese aporte de proteína animal que en la prehistoria tal vez se precisaba para sobrevivir a las inclemencias climatológicas, a los enfrentamientos tribales e incluso para defenderse de las otras especies animales no domesticadas.
Entonces, si estamos en contra de la explotación animal y en contra de matar animales para nuestra alimentación ¿Por qué se sigue apoyando la domesticación?
Básicamente para que las otras especies nos sirvan como animales de compañía.
Primera duda: ¿Domesticar a una especie animal para que nos sirva de compañía no es también una forma de explotación? Me dirán que no, porque les alimentamos bien, les vacunamos contra enfermedades y les cuidamos si enferman o se hieren. En definitiva les “humanizamos”. Considero que esto es una forma más de especismo.
Segunda duda: ¿De verdad los piensos artificiales que se venden para alimentar a los animales domesticados son sanos? Hasta hace un par de décadas, si en la escuela se preguntaba al alumnado qué comen los perros, respondían “carne”, qué comen los conejos “zanahorias”, qué comen los canarios? “trigo”. Ahora todas las respuestas se reducen a “pienso”. Todos los animales domesticados comen “pienso”. Nos dicen que los alimentos procesados pueden ser nocivos para el consumo humano, pero a los animales domesticados sólo se les alimenta con productos procesados.
Todos los mamíferos, incluidos los cánidos y los felinos, necesitan ejercitarse, amplios espacios donde correr. Necesitan desarrollar su instinto cazador para alimentarse. Necesitan desarrollar su instinto sexual y procrear en libertad. Y necesitan relacionarse con otros animales de su especie, viviendo y desplazándose en bandadas o en manadas. Todas las aves necesitan volar, al principio, al romper los cascarones, a todas las cuesta, pero al final todas lo consiguen y vuelan anualmente miles de kilómetros buscando sustento, espacios y climas favorables.
El ser humano no tiene ningún derecho a domesticar a otras especies para “su compañía”. Para esa función ya se han inventado desde los peluches hasta la literatura, la música, el cine, la televisión, el ordenador o las terrazas de las cafeterías.
Todas las especies son “exóticas” hasta que un ser humano las domestica, las famosas cotorras que han poblado nuestras ciudades eran animales silvestres hasta que alguien las metió en una jaula y se la llevó a su casa. Ahora se las califica de “invasoras” y se las asesina. Ni son exóticas ni invasoras, tienen derecho a la vida como cualquier otra especie local o extranjera.
Pero ocurre que, sobre todo en las grandes ciudades, los hogares de los seres humanos son excesivamente constreñidos para cualquier otra especie animal. Acostumbradas a vivir en bosques, montes, lagos, ríos, sabanas, selvas… a migrar miles de kilómetros para adaptarse al medio, cualquier animal está prisionero en un piso de un bloque de una gran ciudad. Cualquier animal, por muy domesticado que esté. Por muy vacunado que esté. Por muy bien alimentado que esté. Por muy “local” que se le clasifique. Igual que defendemos que no se enjaule a los animales en circos, granjas o zoos, no les enjaulemos en pisos.
Pero me he encontrado a quienes defienden que si dejásemos a los animales domesticados en su hábitat natural se morirían, porque tras milenios de domesticación ya han perdido el instinto de cazadores, el instinto de autodefensa, el instinto incluso de volar, de migrar, de relacionarse con sus iguales. Pues lo siento pero esto me lo tendrán que demostrar científicamente, de igual forma que me tendrán que demostrar que un perro necesita un jersey en invierno (que me parece el colmo del especismo).
Mi experiencia (tengo 57 años) es que, en mi pueblo, cuando yo era niño, los gatos y los perros vivían en libertad, se apareaban en libertad, parían en libertad y vivían felices en libertad. Y eso a pesar de que cuando se acercaban a la población algunos niños les tiraban piedras, como forma salvaje de diversión. Pero ellos huían y se refugiaban en su hábitat natural, el campo abierto, el monte…
Ahora es que hasta a los conejos se les retienen en pisos como animales de compañía, y no sabéis el gusto que da ir por el campo y descubrir conejos o liebres correteando, jugueteando y escondiéndose en sus madrigueras. Lo mismo me sirve para los hamsters y cualquier otro roedor.
Y disfrutar del vuelo y el canto en libertad de las aves es uno de los grandes placeres de la Naturaleza.
Si estamos a favor de liberar a los animales de los mataderos, no tiene mucho sentido que sea para encerrarlos en los pisos y sacarlos cada 6 horas a la calle a hacer deposiciones. Liberemos a los animales para dejarles vivir en libertad.
Hemos evolucionado, ya no somos prehistóricos, dejemos de domesticar a las otras especies animales.
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