EXPLOTA, EXPLOTA, MÁS QUE UN MUSICAL

 
El domingo 4 de octubre estuve con mi amiga Gema en los cines Princesa viendo esta película dirigida por Nacho Álvarez, con guión propio compartido con Eduardo Navarro y David Esteban Cubero. Y protagonizada por Ingrid García Jonsson y Fernando Guallar.
Para quienes quieran pasar un rato agradable y divertido con música de los 70, es un musical con canciones de Raffaela Carrá, quien, por cierto al final de la película hace un pequeño "cameo". Yo he disfrutado mucho.

Pero esta película es algo más que un musical. El guión es una crítica al papel de la censura nacionalcatólica en los programas de televisión del tardofranquismo. Y es muy simbólica. Porque desde el punto de vista de las libertades democráticas, lo de menos puede ser el largo de la falda o la amplitud del escote, pero este censura en aspectos tan nimios se extendía a artículos de prensa, canciones, expresiones artísticas, ediciones de libros, incluidos los libros de texto de los colegios. O sobre todo los libros de texto de los colegios, de los que habían desaparecido poetas, filósofos, referencias históricas. Y las metodologías pedagógicas basadas en la psicología infantil y el paidocentrismo. Aún tenemos censura (y mucha) en los textos cuando se trata la historia de España.

Para quienes lucharon por la democracia, lo de menos sería la falda o el escote, lo importante y doloroso fue la censura de las libertades y derechos políticos, sociales, laborales, sexuales. Algunos derechos políticos aún no se han conseguido, como la democratización de la jefatura del Estado. Algunos derechos y libertades sociales y sexuales aún están en entredicho como los derechos LGTBIQ, especialmente los derechos y libertades de las personas trans. Algunos derechos laborales también se están siendo recortadas de manera preconstitucional, como el derecho a la huelga en la reciente huelga de docentes.  

No se trataba tanto de medir la distancia entre la falda y la rodilla, tanto cuanto de medir las mentalidades. Y la escena que más me ha conmovido ha sido el momento en que el protagonista rompe la regla. Como una forma simbólica de romper con todo lo que supuso durante más de treinta años el nacionalcatolicismo. Me ha recordado una canción que, aunque en otro contexto, habla de la necesidad de olvidarnos de mediciones:

"Es mísero, sórdido, y aun diría tétrico,

someterlo todo al sistema métrico,

no estés con la regla más de lo que es natural,

te aseguro chica que eso puede ser fatal"

Me ha encantado ver en cine, inmortalizada ya, la estación de metro de Chamberí. Un gran acierto. 

Tengo que reconocer que también me emocioné con la versión homófila de "Lucas", musicalmente fue inevitablemente la canción y coreografía que más me llegaron:

No sé que me pasa que últimamente veo versiones de Manolo Escobar por todas partes, la primera vez que vi el concurso "El cazador", en casa de mi padre, tuve que preguntar si el presentador (Ion Aramendi) era hijo de Manolo Escobar. Y al empezar la película creí que el protagonista (Fernando Guallar) era este mismo presentador. A ver si va a resultar que Julio Iglesias creó la fama, pero quien cardó la lana fue el que perdió el carro y está apareciendo su descendencia por doquier.   

Trailer:

Para que no os quedéis con las ganas, comparto también "El burdo rumor", sirva de homenaje a nuestro inolvidable Javier:




Comentarios

  1. crítica certera de una versión de "la carrá" que fue un mito en la España donde todavia perduraba la pacotilla, la censura y el misal, una ventana abierta al fresco musical de enardecida sensualidad.

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