MONDRIAN Y DE ESTIJL
El viernes 13 de noviembre estuvimos en el Museo Reina Sofía, viendo esta impresionante y sorprendente exposición organizada en colaboración con el Stichting Kunstmuseum Den Haag y comisariada por Hans Janssen.
Sorprendente porque se trata de una retrospectiva de Mondrian y el movimiento artítico De Estijl, donde podemos ver los primeros trabajos de Mondrian, que nos desconciertan por lo alejado de su obra más conocida. Paisajes, bodegones y retratos al más puro estilo decimonónico que me recordaron la calificación que hace muchos años, en una exposición sobre Picasso, oí a una señora, refiriéndose a una de sus primeras obras: "Esto es de cuando pintaba normal". Y es que si a algo se le puede calificar de "normal" es a ese estilo tan académico, con motivos tan trillados y (para mí) sin ningún valor artístico, que aún siguen haciendo algunas personas hoy, más de cien años después (las obras de Mondrian de ese estilo fueron pintadas entre 1892 y 1902). Lo siento por si alguna lectora o lector se siente ofendido, pero quienes siguen pintando como hace 125 años, además de que lo que hacen no es en absoluto Arte, es que son personas muy, muy retrógadas y oscurantistas.
Impresionante exposición por lo amplia y por lo variada. No sólo se exponen obras de Mondrian, sino de otros componentes del movimiento De Estijl. Y no sólo pintores, también arquitectos con bocetos de arquitectura, maquetas de edificios y recreaciones de espacios habitacionales, diseñadores con diseños de baldosas, con muebles. Lo que ví poco fueron assemblages, y curiosamente ninguna escultura.
Hablando de oscurantismo, precisamente las primeras obras rompedoras de Mondrian se caracterizaron por la utilización de colores muy intensos, muy en la línea de expresionismo. Así empezó a alejarse del oscurantismo, para adentrarse en la modernidad. El siguiente paso fue el cubismo.
"Bosque 1" de Jacoba van Hesmskerck, 1913. En español el nombre haría referencia a una mujer, pero en los Paises Bajos, desconozco si se trata de hombre o mujer. Como sabemos la historia suele ocultar a las mujeres pintoras.
."Composición nº 2" Mondrian, 1913:
Uno de los dos únicos assemblages de la exposición, y además es una de la mejores obras de la muestra. "Flor- martillo", de Hans Arp, 1916:
. Curiosa "Trona Witteveen", de Gerrit Thomas Rietveld (1918):
El cuadro que me más me gusta de la exposición es esta "Composición abstracta" de Kurt Schwitters. Pero me dio pena que no hubieran escogido un assemblage, Schwitters es de mis autores de assemblages favoritos. Y me consta que en la colección del Reina Sofía hay algunos excepcionales.
Me llamó la atención una silla que me recordó a una que tenemos en casa y que rescatamos de la basura hace unos 25 años. He hecho la comparación, la de la izquierda es "Silla en voladizo, modelo 263" de Mart Stam (atribuido), de 1932. La de la derecha es "Silla Floredo", object trouvé, alrededor de 1995:
"Dormitorio de niños, Villa Arendshoeve, hogar de la familia Bruynzeel", de Vilmos Huszar (diseño de color) y Pieter Jan Christophel Klaarhamel (diseño de muebles), 1919:"Maqueta de un parking en París" Konstantin Melnikov, 1925
..El segundo assemblage de la exposición, "Relieve nº 14 B" de César Domela, 1938. Lo fotografié precisamente por la escasez de assemblages, pero no me gusta mucho:
."Composición abstracta con cifra 3" de Laszlo Moholy Nagy:
."Composición C, con rojo, amarillo y azul", de Mondrian, 1935:
Es una gran exposición, muy recomendable, merece la pena verla.
Antes de salir entramos en el auditorio porque tenía interés en ver parte del ciclo cinematográfico "Queer Punk", de Derek Jarmar, en la presentación del museo le presentan como "pintor, cineasta, activista por los derechos homosexuales, escenógrafo, escritor y jardinero. El incansable trabajo de Jarman nos recuerda la importancia del cine como reconocimiento de la diferencia, pero también como un acto de amor y disidencia". Cuando entramos estaban proyectando el final de uno de los films experimentales, con excesivo ruido y con imágenes distorsionadas, que no me gustó. Después proyectaron un corto un poco más tranquilo, pero sin mucho interés. El último film que vimos fue el más interesante, con música agradable, con imágenes muy queer como una escena en la que un joven es cubierto de plumas y después vemos como las va perdiendo. Y en la escena siguiente aparece con lo que podría hacer sido la armadura metálica de las alas que habían perdido las plumas, y el personaje de pinta la cara y parte del cuerpo con pintura dorada. Sin embargo al final se vuelve de nuevo muy ruidoso y con un frenesí de imágenes momentáneas que pasan a toda velocidad y donde se mezclan escenas de sexo, con cortes de vísceras, y con la imagen de un bebé, que es lo que menos me gustó del montaje. En cualquier caso, por lo que he leido en la web del museo, este pase no debe ser lo mejor del ciclo.
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