THE HUMAN VOICE
Uno de los detalles que me gusta mucho es la presentación que hacen Almodóvar y Tilda Swinton. Sobre todo Almodóvar nos contextualiza la película relacionándola con anteriores películas suyas que trataban el mismo tema: "La ley del deseo" y "Mujeres al borde de un ataque de nervios".
"La ley del deseo" es la película de Almodóvar que más me emocionó en su momento. Y el personaje de "La voz humana" expresa literalmente ese título, para hacer referencia a la relación entre el dolor que puede infligir una relación y la pasión por la persona que te inflige ese dolor. En "La ley del deseo", ese conflicto se muestra con la relación entre dos hombres, en "Mujeres al borde de un ataque de nervios", ese conflicto se muestra en la relación que se acaba de romper entre una mujer y un hombre. Aunque, como dice Almodóvar en la presentación, en aquella película tuvo que rellenar otra hora y media de metraje con diversos conflictos entre personajes cruzados. Algo, que, por otro lado, ya había hecho en "Laberinto de pasiones". En ambas (y en otras películas del director) hay llamadas telefónicas que tratan este dolor.
Otro de los detalles que me encantan de la película, y que también es recurrente en el cine de Almodóvar, es la decoración con obras de la colección particular de arte del director. En este caso hay dos obras que destacan mucho, una de una Venus desnuda, y otra de Giordio de Chirico, que me gusta más y en la que creo reconocer a Héctor y Andrómaca (aunque podría ser otra parecida).
En esta película los juegos de localización son muy impactantes. En algunas escenas nos adentramos en el interior de una casa, con los cuadros y todas las estancias; y en otras nos encontramos en medio de un amplio local industrial vacío, con palés de madera. Sin solución de continuidad. De igual manera que pasamos del deseo a la realidad, del fingimiento a la cotidianidad. El espacio industrial es abstracto y el del hogar es más humanizante, pero ambos son puros decorados cinematográficos.
Muy bueno introducir a Agustín Almodóvar y otros miembros de la familia Almódovar (no sé si son sobrinos), como extras.
Y, por supuesto hay que elogiar la interpretación de Tilda Swinton, capaz de jugar con la voz para mostrar una cara al público opuesta a la que está fingiendo por teléfono a su ex-pareja, capaz de ocultar sus verdaderos sentimientos y, a la vez, mostrárnolos a la cámara. La voz como arma de doble filo.
La mejor frase: "Sí, hay humo, soy yo la que arde de pasión" (o "la que arde de amor", algo así).
Almodóvar nunca defrauda, ni siquiera cuando experimenta con nuevos formatos.
Trailer:


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