UN ESPLÉNDIDO ENFERMO IMAGINARIO
Temíamos que al habérsenos adjudicado unas localidades en una de las últimas filas del patio de butacas, íbamos a tener dificultades para oir bien los diálogos, pero, al contrario de en otros teatros, la acústica es excelente, en realidad el teatro no es muy grande, todas las actrices y actores proyectaban muy bien la voz y pudimos seguir muy bien toda la obra.
El protagonista es Josep Maria Flotats, en el papel de Argán, el enfermo imaginario, pero desde luego quien destaca brillando con luz propia es Anabel Alonso en el papel de Tonina. Está genial, creo que éste debe haber sido el papel más importante de su carrera.
Da la impresión de que ayer, precisamente, la función les había salido bordada, estaban tan satisfechos, tan emocionados con el trabajo realizado, que ambos se dieron un efusivo abrazo en medio de los aplausos. Creo que con ese gesto nos emocionamos todos.
Pero es que no fueron sólo ellos dos, es que todas y todos los intérpretes estuvieron geniales. A mi, personalmente, me encantó la interpretación de Francisco Dávila, en el papel de Tomás Diarreus, una de las escenas más comicas de la obra.
Otra de las escenas más cómicas la protagoniza el propio Flotats, cuando intenta comprobar el amor de su mujer y de su hija. No desvelo la escena, pero es que lo borda, aunque todo el público sabemos lo que va a pasar, en el momento en que pasa no pudimos dejar de sobresaltarnos y soltar la carcajada.
También tengo que destacar la escena musical de Rubén de Eguía, en el papel de Cleantes, y, sobre todo, la voz de Belén Landaluce, en el papel de Angélica.
Un espectáculo para no perdérselo.
Muy, muy recomendable (aunque creo que a quienes ejercen la medicina tal vez no les agrade tanto, opps!!!)
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