ENTENDER Y RESPETAR EL ARTE

ENTENDER Y RESPETAR EL ARTE

Me entristece y me duele que se utilicen las redes sociales para menospreciar el arte y las obras de artistas que forman parte de la Cultura (con mayúsculas) de España y del mundo.

Es verdad que cada ser humano tenemos nuestra propia sensibilidad y nuestros gustos no tienen porqué coincidir con el del resto de la humanidad, pero he leído recientemente comentarios despectivos referidos a personalidades de la talla de Picasso o Miró, lo siento, pero menospreciar la obra de algunos de los más representativos artistas españoles del siglo XX no es cuestión siquiera de sensibilidad, sino de falta de cultura.

 ("Guitar" Pablo Picasso, 1913)

Y como maestro, siento que parte de la culpa de esta falta de cultura la tiene la escuela donde no hemos sabido fomentar en el alumnado el gusto y el interés crítico por la expresión artística. Y cuando digo “expresión” no me estoy refiriendo a inculcar al alumnado que rellene muy bien y sin salirse al colorear, o a mostrarles sólo las obras de artistas de los siglos XVI al XIX como únicos modelos a seguir. Me estoy refiriendo a fomentar la libertad de expresión, con todos los medios, técnicas y elementos que tenga a su alcance. A la capacidad de exteriorizar sus sentimientos y emociones a través de la expresión artística, no sólo la alegría o la belleza, también el enfado, la protesta, la tristeza, el dolor, o la propia experimentación.

Y cuando digo “interés crítico”, me refiero a fomentar el interés por conocer las motivaciones, las capacidades, las experimentaciones, la evolución de los movimientos artísticos contemporáneos. Conocer para respetar.

Reconozco que a mí no me gustan algunas obras de reputados artistas contemporáneos, por ejemplo los artistas que exponen obras elaboradas por ordenador, con algoritmos. Sin embargo nunca los despreciaría en una red social. 

 ("Retrato de Edmond de Belamy" Obvious, 2018)

Por otro lado puedo comprender que obras como “Comedian” de Maurizio Cattelan, no sean fáciles de asumir.  A mí me fascina esa obra concretamente, y la considero una de las más relevantes aportaciones de nuestro siglo al Arte (con mayúsculas).

 ("Comedian", Maurizio Cattelan, 2919)

Pero, como digo, entiendo la dificultad para asumir el arte más reciente del siglo XXI.

Lo que no entiendo en que se menosprecie la obra de artistas de la primera mitad del siglo pasado, personalidades que están expuestas en los más importantes museos de todo el mundo. Que se estudian en las universidades más prestigiosas del mundo.

Durante cuarenta años de dictadura fascista y militarista, el arte de finales del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX fue considerado “Arte degenerado”. Y ahí se incluía no sólo la pintura, también las otras expresiones que se empezaron a popularizar en aquellos años como el collage, el objet trouvé, el assemblage, la instalación… Toda la expresión artística que utiliza material de desecho para resignificarlo, para subvertir las ideas, para denunciar el aburguesamiento del arte decimonónico basado exclusivamente en la pulcritud y la belleza, para democratizar el arte. Estoy hablando de movimientos universales como el Dadaísmo, Surrealismo, Fluxus, Constructivismo, Expresionismo… 

 ("Fuente", Marcel Duchamp, 1917)

Pero ya han pasado 44 años desde la muerte del dictador. Varias generaciones han pasado por las escuelas de la “democracia” (siempre entre comillas), y, sin embargo, sigue habiendo quienes consideran que aquello no es arte.

Vivimos en la sociedad de la tecnología, somos digitales, prácticamente todas y todos sabemos utilizar las redes sociales compartiendo, comentando e incluso elaborando memes… Sería deseable que utilizásemos esta capacidad tecnológica para fomentar valores humanistas como el conocimiento y el respeto hacia el Arte y la Cultura. 

 ("Construir para revolucionar" g. bruno, 2020)

 

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