DOMINGO DE CÁMARA IV
El domingo 7 de marzo de 2021 asistí al cuarto concierto del ciclo "Domingos de Cámara" en el Teatro Real.
Como siempre llegué pronto e hize algunas fotos al teatro y al foso de la orquesta preparado para la ópera "Norma", de Vicenzo Bellini, que se está representando por las tardes.
..La experiencia hoy ha sido menos agradable que en los conciertos anteriores. A punto de comenzar el concierto un señor entró en mi fila y se sentó en la localidad contigua a la mía. Desde el principio del ciclo siempre se están vendiendo las localidades separadas como medida de prevención por el COVID, y el asiento contiguo al mio siempre ha estado vacio. Parece que el señor conocía a las personas que estaban sentadas en la fila posterior y también a los de la fila anterior, porque una persona de atrás le dijo que era raro que tuviera una localidad junto a un desconocido, a lo que él dijo una frase al parecer jocosa, que no oí bien pero que entendí que quería decir algo así como que a lo mejor nosotros teníamos un lío y que esas personas no tenían porqué quererlo saber todo. Hubo risas pero no tuve tiempo de reacionar porque comenzaba el concierto. A la segunda obra me levanté aprovechando el aplauso y me senté dos filas más adelante.
Yo me levanto incluso cuando estoy sentado en el metro y alguien se sienta en el asiento contiguo al mío, prefiero ir de pie guardando distancia de seguridad. Y eso para unos quince o veinte minutos de trayecto, así que no podía aguantar dos horas seguidas de concierto.
Lo he visto y oído bien, a pesar de que un señor que tenía en la fila de delante parece que tenía problemas de espalda y el pobre no aguantaba apoyado sobre el respaldo, por lo que a menudo se erguía y se adelantaba, y me tapaba parte del escenario, pero pude acomodarme y verlo y oirlo bien.
Sin embargo el reconcome no me permitió prestar la debida atención a la música.
Adjunto el programa:
La obra de George Benjamín es muy divertida, propia de la música de los años 60, con estridencias y juegos intrumentales, muy interesante y contemporánea. Me ha gustado mucho.
La obra de Dvorak, como siempre, ha sido lo mejor del concierto. Pero yo ya estaba dándole vueltas a que si debía reclamar a la salida, a que me sentia mal por haber abandonado mi lugar y estar ocupando un lugar que no me correspondía, a que si en el próximo concierto ocurriera lo mismo a lo mejor no había localidades vacías donde reubicarme... Total que intentaba disfrutar de la música, pero de vez en cuando se me iba la mente al tema y no lo he podido disfrutar como en conciertos anteriores.
Aún así ha sido una obra magnífica y ha sido la más aplaudida.
La última obra, de Olivier Messiaen me ha parecido excesivamente larga. Mira que a pesar de ser supuestamente una obra religiosa, al principio me recordaba por su dramatismo a las películas de Hitchcock, y me estaba gustando. Pero tras el tercer movimiento hubo espectadores que empezaron a abandonar la sala, en cada fin de un movimiento estuve oyendo pasos de gente que aprovechaban para irse. Dura 50 minutos y reconozco que es una obra difícil y que ha sido muy bien interpretada. Al final hubo aplausos e incluso algún "bravo". Pero la mayoría estábamos deseando salir.
Al final no he reclamado, ni voy a reclamar, porque a fin de cuentas lo ha visto bien y bien separado de otras personas (más que en mi localidad oficial). El siguiente concierto es en mayo, a ver si para entonces, al menos, ya estoy vacunado y menos histérico con las distancias. Y en cualquier caso estaré más raudo en reaccionar y al menos preguntar si esa persona tiene la localidad que corresponde con ese asiento o si está equivocado.
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