PÉREZ VILLALTA EN ALCALÁ 31

El viernes 23 de abril estuvimos en la Sala Alcalá 31 viendo esta exposición que me había recomendado  mi amigo Alfredo. Es una exposición retrospectiva organizada por la Consejería de Cultura y comisariada por Óscar Alonso Molina.

Ha sido la primera vez que he entrado en este espacio expositivo de la Comunidad de Madrid, y lo que más me ha llamado la atención es el aprovechamiento del espacio. El propio Pérez Villalta ha diseñado un laberinto para exponer una serie de obras, lo desconcertante es que algunas obras de tamaño muy grande se esconden es espacios muy reducidos, lo cual dificulta en algunos casos la correcta visión de las obras. 

Ya conocía la obra de este pintor a través de diversas exposiciones y ferias de arte y algunas películas de Almodóvar, donde suele mostrarnos cuadros de Villalta de su colección particular ("Pepi, Luci Bom...", "Laberinto de Pasiones", "La piel que habito". Donde más se destaca la obra de Villalta es en "Dolor y Gloria"). Me gustan sobre todo sus retratos de hombres desnudos, habitualmente con rasgos siempre muy parecidos (maduros, barbudos, vamos los que me suelen atraer), que podrían ser autorretratos en diferentes momentos de su vida. 

Pero en lo que no me había fijado hasta ahora es la proliferación de elementos masónicos, especialmente de compás y escuadras, y el caracter muy metafísico y esotérico de gran parte de la obra. 

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Las obras que me parecieron más metafísicas y esotéricas de la exposición: "El recolector":

Y el "El instante preciso":

Vista de la laberíntica exposición desde la balconada de la sala:

Al margen del caracter artístico, la exposición nos sirvió como debate sobre la trascendencia de la pandemia de SIDA, muy relacionada con el "Autorretrato con hepatitis" (no lo fotografié). Pandemia que estuvo matando (y estigmatizando) personas durante casi dos décadas y para la que actualmente no se ha desarrollando aún ninguna vacuna eficaz. Una pandemia menos mediática que la del Coronavirus, cuyas víctimas nunca fueron contabilizadas y cuya génesis sigue siendo igual de oscura, confusa y secretista. Como el laberinto masónico de Villalta.

 

("Anunciación, materia y vida")

Mañana, 25 de abril, se clausura esta exposición.