UNA VETERINARIA EN LA BORGOÑA

 

El sábado 17 de abril estuvimos en los cines Princesa viendo esta película con guión y dirección de Julie Manoukian. 

Muy agradable, con bellos paisajes, narra una historia muy sencilla, con poco suspense y sin disparos, palabrotas, persecuciones, ni catástrofes. Un poco, muy poco, de sangre, eso sí, pero por exigencias del guión y nada escabrosa, ni incitadora de terror. No apta para amantes de la superacción y el ruido.

Es el tipo de cine que a nosotros nos gusta. 

Respecto al guión, lo primero que me comentó mi pareja según salíamos de la sala fue que la profesión de Veterinaria vive ya sólo de las mascotas. Y eso que en este caso se narra la historia de una pequeña población muy escondida en la Borgoña, donde sí podemos ver vacas, cabras, incluso una criadora de caracoles. Pero principalmente mascotas. Desde luego quien hoy en día estudie Veterianaria tendrá que dedicarse casi en exclusiva a las mascotas, sobre todo en las ciudades. O, como en principio pretendía la protagonista, a la investigación en laboratorios. Aunque también están los centros de recuperación de animales silvestres y los santuarios de animales.

La escena más humorística es la de la criadora de caracoles. 

Me llamó la atención la facilidad de las y los protagonistas de dormir en cualquier sitio, ya fuera en el campo, encima de peluches, en una hamaca... 

No me gustó la excesiva permisibidad que muestra el padre hacia sus hijos. Suceptibilidad de maestro.

Destaco la fotografía de planos amplios con mucha vegetación, rios y cascadas. 

He de aclarar que desde el punto de vista ideológico no comparto la vision animalista de la película. Yo me considero animalista porque defiendo los derechos de las otras especies animales. Pero entendiendo por derechos su libertad a coexistir libremente formando parte del equilibrio del ecosistema. Por eso estoy en contra de la caza, de la ocupación y destrucción de sus hábitats y del exterminio de cualquier especie. Pero no soy nada partidario de la domesticación y la apropiación de animales como mascotas. Sin embargo me gustaron las escenas del zorro, que me parecieron un bello homenaje al Principito de Saint Exupery. 

La recomiendo. 


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