SIEMPRE CONTIGO

El viernes 27 de agosto fui a los cines Renoir Plaza de España para ver esta película del director israelí Nir Bergman. 

Me decía un amigo que le contara si merece la pena. En principio, para mí, cualquier película que trate sobre la inclusión y comprensión de personas diversas siempre merece la pena. Ya se trate de diversidad cultural, interracial, afectivosexual o funcional. 

Personalmente me interesa mucho el tema de la inclusión de alumnado TEA, pero en este caso el guión se centra en la inclusión de personas autistas adultas. 

Pero no voy alejarme del comentario sobre si merece la pena, porque hay un aspecto político que no quiero soslayar. Y es el del "Whitewashing". Desde los colectivos queer, denunciamos que el Estado de Israel mantiene una política de progresiva ocupación ilegal y de intervencionismo militarista en los territorios ocupados, violando sistemáticamente los derechos humanos de la población palestina. Lo hemos denunciado cuando el Estado de Israel se ha presentado al resto del mundo como un país gay friendly o LGTBI friendly ("Pink- washing"). Pero también lo denunciamos cuando se presenta, como en esta película, como un país moderno y respetuoso en relación con otras diversidades. 

Con las violaciones de derechos humanos en Israel pasa como con los macromataderos en España, que no los vemos, porque ya se ocupa la autoridad de mantener al turismo alejado de miradas indiscretas. En 2017 estuvimos en Israel haciendo turismo por todo el país y no vimos violaciones de derechos humanos, sí vimos museos, arte, muchas excavaciones arqueológicas que me parecieron muy interesantes. Aunque también mucho integrismo religioso, incluso con "women- washing" (o "purple- washing"), porque allí, como en los países islámicos, las mujeres están obligadas a taparse el pelo. ¡Pero lo hacen poniéndose pelucas!, invisibilizando así su integrismo religioso. 

Pero centrándome en el guión, en esta película podemos ver una familia en la que el padre divorciado se hace cargo del hijo autista. Se muestran algunos procesos pedagógicos como la necesidad de rutinas repetitivas y cómo afectan los cambios en la conducta de estas personas. La necesidad de una persona de referencia y el vínculo afectivo- emocional.  Pero también la importancia de permitirles crecer, cuando son personas adultas no podemos pretender que sigan dependiendo de sus progenitores, hay que proporcionarles la posibilidad de un medio de independizarse. Como haríamos con cualquier otra hija o hijo (o hije). 

Otro aspecto que tiene que ver con el "Whitewashing", en este caso "Green- washing" es el de la concienciación ecológica. Al menos un par de escenas se centran en mostrarnos lo civilizada que es la sociedad israelí, la de los caracoles y la de la papelera. No son detalles cruciales en el guión, parecen incluidos exclusivamente para hacernos este retrato "robot" de un país "eco- friendly".

Pero es del tipo de cine que a mí me gusta, sin disparos, sin palabrotas, sin música entruendosa y enervante, sin asesinatos o escenas sangrientas, sin automóviles incendiados... Sin ni siquiera muchos personajes.
Lo mejor la interpretación de Noam Imber. En la escena final aparecen como extras varios personajes que parece que sí son realmente TEA. 

Lo mejor de la cartelera actual. Pero hay que verla con sentido crítico. 

Trailer: