CHARLATÁN, UN GUIÓN UN TANTO TENDENCIOSO

El domingo 5 de septiembre fui a los cines Princesa para ver esta película dirigida por la directora checa Agnieszka Holland y con guión de Marek Epstein.

Y en este caso me parece relevante destacar al guionista porque no sé si es la directora, el guionista o ambos quienes han tergiversado de manera tendenciosa la historia de Jan Mikolášek.

Ante todo he de decir que se trata de un biopic, una película sobre la biografía de dicho personaje. Un hombre que vivió entre 1889 y 1973. Se dedicó a la curación de diversas enfermedades por medio de plantas medicinales y hacía los diagnósticos analizando la orina. Desconozco la evolución científica de este tipo de diagnóstico, actualmente siempre que nos hacemos un reconocimiento médico se incluye un análisis de orina, sin embargo por lo que se deduce de la película al parecer en ese tiempo era poco habitual y se consideraba poco científico. En cualquier caso en la película se le envuelve al personaje de un aire místico, relacionando su método de curación con un supuesto don divino y con la necesidad de "tener fe" para que sea efectivo. Desconozco si en realidad el personaje era un místico o si también es una tergiversación.

La biografía pasa por diversos estadios históricos de la República Checa, comienza antes de la invasión nazi, continúa con la propia invasión, sigue con la liberación. Al parecer el presidente Zápotocký, quien estuvo preso en el campo de concentración alemán de Sachsenhausen y tenía sarna en la pierna., atribuyó a Mikolášek el rescate de su miembro de la amputación en 1946, y así se convirtió en su protegido hasta la muerte de Zápotocký en 1957. Y termina la película con el período del gobierno del presidente Antonín Novotný. 

Hay algunas alusiones político sociales relevantes:

Como anécdota antimilitarista en una escena el protagonista analiza un frasco de orina y exclama: "Esta persona no tiene ninguna enfermedad", y el interesado dice "Es que quiero librarme de la mili y quería ver si podía tener algo que pudiera alegar". Hay que recordar que la Internacional de Resistentes a la Guerra fue fundada en 1921, precisamente estamos celebrando el centenario de esta organización.

En una escena en que están comiendo con la familia del ayudante y amante, la madre (creo que es la madre) pregunta "¿Cree usted que habrá guerra con Alemania?" y Mikolášek responde "Yo no entiendo de política". Una correlación biunívoca entre política y guerra que ya da una pista sobre la presunta ideología del guionista o/y la directora, desconozco si el protagonista realmente hizo esa declaración nada inocente.

En otra escena entre el protagonista y su amante, éste le asegura que con sus curaciones estaba haciendo más por el país que la Resistencia. Como forma de justificar que tanto en coche como en el sanatorio lucieran las esvásticas.

He hecho mención al amante, la relación homosexual es un punto fuerte en el análisis de la película. Por un lado parece que la relación fluye con cierta naturalidad, tanto en interiores como en medio del campo, algo que me parece poco creíble en medio de los regímenes primero nazi y después estalinista. Pero por otro lado en la intimidad se plantea un supuesto exámen de conciencia y arrepentimiento  llegando a la morbosa mortificación corporal. Me parecen dos extremos exagerados, ni creo que tuvieran tanta libertad de acción ni que fuese tan religioso como para mortificarse de forma tan ultraortodoxa. En cualquier caso son elucubraciones porque no he leído nada al respecto en su biografía.

Lo que sí he leído es que el juicio no tuvo nada que ver con lo que nos presentan en la película. Y aquí es donde me parece que el guionista o/y la directora se escoran hacia el nazismo. Primero nos presentan a los nazis como muy simpáticos. El único nazi malo es un colaboracionista checo que le propina una paliza porque no había querido tratar la enfermedad de su hija, a la que el curador consideraba desauciada. Sin embargo los nazis alemanes, con mucho sentido del humor y entre risas y muestras de aprobación, le tratan con deferencia porque comprueban la efectividad de sus diagnósticos a través de la orina y le permiten seguir trabajando, eso sí, luciendo la esvástica en el coche y el sanatorio. 

Pero hete aquí que llega el estalinismo, ya sabemos que el primer presidente, Zápotocký, le tiene en consideración, pero tras su muerte el nuevo presidente, Novotný, decide que es un charlatán y lo quiere eliminar. Hasta ahí todo normal, es verdad que para el régimen comunista todo lo que no fuera cientifismo era considerado opio para el pueblo, y que el estalinismo pervirtió las aspiraciones liberadoras de la revolución social contra la burguesía zarista y que supuso un recorte de derechos y libertades, incluidas las garantías procesales.

Pero lo que no es verdad, en el caso concreto del juicio contra Jan Mikolášek, es que se le acusara de asesinato contra dos miembros destacados del partido comunista, que el régimen hiciese un montaje político- policial falsificando pruebas, testimonios, etc... y que la fiscalía pidiera la pena de muerte. Vaya, que si se tratase de un espía norteamicano a lo James Bond, este final tendría cabida, pero en este caso me parece una tergiversación muy fuera de lugar. En la realidad, a Jan Mikolášek se le acusó de invadir impuestos, pasó cuatro años en la cárcel, le confiscaron sus propiedades y después pudo seguir trabajando. 

O sea que ni me creo que los nazis se mostrasen tan simpáticos con un curandero homosexual, ni los estalinistas fueron en realidad tan malvados como los muestran en la película.

En cualquier caso os invito a que la veais y juzgueis, pero conociendo este importante detalle biográfico

Trailer: 



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