LA BATALLA DE LOS AUSENTES
El sábado 5 de marzo, fuimos al Teatro Español, para ver "La batalla de los ausentes", obra de Eusebio Calonge, dirigida por Paco de La Zaranda y protagonizada por Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez.
Es una crítica mordaz contra todo, pero principalmente contra el militarismo y las guerras. Una buena obra para ver y reflexionar en estos días en que la guerra parece tener hipnotizado a gran parte de la humanidad. Siempre me acuerdo de aquella expresión que solía repetir mi amigo Mario Cesariny "¡Qué mala es la humanidad!". Ahora, más que nunca, esa expresion me persigue cada vez que leo que las personas voluntarias que están recogiendo en Madrid enseres para Ucrania nos dicen que ya no quieren más dinero, sino "cosas militares". En elDiario.es leo que "Soy periodista en Kiev y no reconozco mi ciudad: gente cavando trincheras, colas para alistarse y el metro de refugio antibombas". Por no hablar del presidente del gobierno que debería representar a la ciudadanía y no a sus intereses belicistas y armamentistas.
La obra comienza con tres ancianos excombatientes de cualquier guerra que tras haber dado "todo por la patria", terminan siendo víctimas del olvido. Pero en su delirio estos tres ancianos se imaginan que terminan conquistando el poder y la obra se vuelve una crítica contra todos los estamentos del poder político.
Sólo un detalle del texto no me gustó y fue la referencia contra el arte contemporáneo. "El ministro de Cultura se volvió ciego porque confundía a Velazquez con cualquier hierro retorcido y oxidado". Pues yo sigo reivindicando el hierro retorcido y oxidado como expresión precisamente del dolor, del humanismo, de la constancia y de la lucha del ser humano por un mundo mejor.
Quitando esa, para mí desafortunada, frase, el resto de la obra es magnífica, dura, expresionista, intensa y poética.
Recomendable.
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