TIEMPO DE PAZ Y DE MEMORIA, MARILUZ ESCRIBANO PUEO

La última vez que tuve que visitar el Hospital de Madrid para revisión de la trombosis de mi pierna, entré en la librería Marcial Pons y pregunté por el libro "Tiempo de paz y de memoria (treinta poemas comentados)" de Mariluz Escribano Pueo. No lo tenían pero mo lo pidieron y una semana después, el miércoles 6 de abril me pusieron un mensaje anunciándome que ya lo tenían. Fui inmediatamente a recogerlo pero no lo abrí hasta que me monté en el tren rumbo a Cuenca. Ha sido otro de los atractivos de este viaje. Aunque no he terminado la lectura hasta hoy mismo.

PERDÓN SÍ, PERO CON JUSTICIA

Lo primero que quiero destacar es mi desacuerdo con Remedios Sánchez García, a cuyo cargo corre la selección de poemas y la introducción bajo el título "Mariluz Escribano, la poeta de la memoria y la concordia civil". Narra la historia del asesinato del padre de Mariluz, Agustín Escribano, director de la Escuela Normal de Maestros de Granada, en septiembre de 1936, por ser republicano y haber denunciado al fascista José Valdés Guzmán, por intentar acceder por la fuerza a la residencia de Señoritas Normalistas con la intención de llevarse, junto con otros fascistas borrachos, a una de las colegialas. Tras esta narración de denuncia, Sánchez García concluye que Mariluz "ha aprendido lo que implica el perdón como herramienta para alcanzar la concordia civil" (página 23). Ilustra el comentario con los versos de Mariluz "Pido el perdón del mundo para los asesinos// aquellos que mancharon sus manos con la sangre// de muchos de los nuestros dejándonos sin padres,// dejándonos sin hijos y sin pan para el hambre.// Pido la paz del mundo para todos" (página 23).

Siempre recordaré a Lola Gaos, en un homenaje a las víctimas del franquismo que tuvo lugar poco tiempo después de llegar yo a Madrid. Ella clamó que "Yo no olvido, ni perdono", lema que después ha sido recogido por la Plataforma contra la impunidad del franquismo: "Ni olvido, ni perdón: Verdad, Justicia, Reparación". Mi postura desde mi Conciencia Antimilitarista Antifascista es que no creo que se deba perdonar a los asesinos antes de haber sido juzgados, antes de haber sido condenados por la justicia y haber cumplido su condena, antes de haber dado sepultura digna a los familiares asesinados, antes de haber restituido la dignidad a quienes fueron en muchos casos ajusticiados bajo denuncias falsas y sin garantías procesales. Se han dado casos de personas militantes de ETA que han pedido perdón a familiares de sus víctimas y han sido perdonadas, pero siempre después de haber sido juzgados y haber cumplido su condena. Pretender perdonar alegremente sin haber dignificado a los asesinados sería condenarlos al olvido y una manera más de volver a asesinarlos. Perdón sin Justicia, como Paz sin Justicia (los famosos 25 años de paz de la dictadura franquista y los 70 años de paz de Felipe VI), como Democracia sin Justicia, y como la Libertad sin Justicia que suelen reivindicar los líderes de la derecha española, son conceptos que redundan en la impunidad y la violencia institucional, son antihumanistas y desde luego antiéticos y antipoéticos.

Y que conste que cuando reivindico Justicia no me refiero necesariamente a la impartida por las instituciones que en muchos casos no son precisamente justas, ni igualitarias, ni humanistas. Que cuando hablo de cumplir las condenas no me refiero en absoluto a la cárcel, que no es más que una forma de venganza y que no es de ninguna forma reparadora. Reivindico Justicia social y condenas reparadoras.

Debo destacar en este sentido el comentario de Raquel Lanseros al poema "El tiempo". El poema termina con los versos "ahora es tiempo de paz, // de paz y de memoria" (página 101) y en el comentario Lanseros afirma que "La memoria, con su incólume cargamento de justicia, rescata lo mejor de la conciencia y restaura ante nosotros, nítidamente, la grandeza irrenunciable de la dignidad" (página 103)

LA POSTGUERRA INTERMINABLE

Hace unas semanas estuve discutiendo con unas amigas y amigos acerca de cómo se debe enseñar la historia en las escuelas. Y resulta que para empezar no todas estamos de acuerdo en los térnimos básicos. Yo pongo en entredicho que se considere que la "Transición" sea un tiempo finito que terminó en 1982 con el gobierno del PSOE (leo en Wikipedia que "La mayoría de los historiadores sitúan en este acontecimiento el final de la Transición, aunque alguno lo prolonga al 1 de enero de 1986, cuando se produjo la entrada de España en la Comunidad Europea".Y lo pongo en entredicho  porque si consideramos que hablamos de transición entre la dictadura franquista y la democracia, ese periodo no podrá darse por concluido precisamente hasta que se hayan juzgado y condenado los crímenes del franquismo, se haya dado digna sepultura a las víctimas y se haya dignificado a las personas ajusticiadas por el franquismo. 

Pues me ha llamado la atención que Antonio Gamoneda, al comentar el poema de Escribano "Desde un mar de silencio" sentencie que "Mariluz aún soportaba la presión, la amenaza sin palabras de aquel espantoso silencio que extendió la dictadura sobre la posguerra interminable; la posguerra que todavía no sabemos si ha terminado" (página 38).

COMO SIMIENTE TE GUARDARÉ MAÑANA

En el SONETO IX, Escribano apunta que "...Serenamente// creces en mí, y en mí como simiente// te guardaré mañana..." (página 52). Me parecen desde luego unos versos muy íntimos y polivalentes que pueden hacer referencia a un Amor, a la Conciencia, a la Vida, a la Experiencia, la Libertad, incluso al padre asesinado o la propia Poesía. Sin embargo me desconsuela leer el comentario de Jaime Siles, de lo más académico e insulso, limitándose prácticamente a analizar gramaticalmente el poema, que si "es un soneto clásico de amor" (página 53), que si la palabra, el sujeto, la sintaxis, el adverbio, la rima en consonante, la tonalidad, el bloque estrófico, el adjetivo, el hemistiquio, el encabalgamiento... De verdad que un poema que empieza con "Tuya es mi voz y el hueco de mi mano" (página 52) se merece un comentario mucho más elaborado, más audaz, más poético y metapoético. 

SABIDURÍA POÉTICA Y DE VIDA Y DE AUSENCIA

Por el contrario me ha gusta el comentario que hace Ángeles Mora al poema "Canción de la tristeza". Escribano escribe "ni sueños que respiren // paisajes humanísimos y ocasos" (página 59). Humanísimos como superlativo de Humanismo, porque es un poema donde se trata de la tristeza por "... una historia desnuda de relatos // y un pasado sin nombre y consecuente// y justamente azul, como debiera,// como debe erigirse en la memoria" (página 59). Conmovedor y reivindicativo a la vez. Ángeles Mora escribe con mucho acierto que "Hay mucha sabiduría poética y de vida y de ausencia vivida latiendo en estos versos" (página 60). Una definición, esta sí, muy elaborada, audaz y poética.

FEDERICO GARCÍA LORCA

Está presente en varios de los poemas del libro. "Canción de la huerta" termina con el verso elegíaco "con Federico ausente como un muerto" (página 67). En el comentario José Luis Díaz- Granados recuerda que "Federico García Lorca, cuya presencia permanente, humana y poética, está ligada a su iniciación literaria, ya que en su infancia pasaba las vacaciones estivales en la Huerta de san Vicente" (páginas 68- 69).

En el poema "Yo no sé si recuerdas" para Luis García Montero, Escribano nos habla también de la Granada de Lorca que, también elegíacamente describe como "...esta ciudad es triste// melancólicamente desnutrida,// con la ruindad del mundo en sus zapatos" (página 84). Para mí, sin nombrarlo, está recordando el asesinato de Lorca. Montero recuerda en su comentario que cuando él escribió "el jardín extranjero" "Iba de la mano de Fernando de los Ríos, Federico García Lorca y Rafael Alberti" (página 87). 

De este poema debo destacar también los versos  "Que el tranvía te diga // adiós con un pañuelo" (página 84). Para quienes me conocéis ya no hacen falta comentarios. 

Pero el poema que más directamente aborda el recuerdo de Federico es "En la huerta de san Vicente". Desde los primeros versos: "En la luna buscábamos sus huellas, // en el piano la flor de sus canciones" (página 88) que evocan las dos principales expresiones artísticas de Lorca: la poesía y la música. Hasta los últimos versos del poema que evocan una vez más su asesinato: "Y el silencio se agranda en el silencio,// y las conversaciones languidecen,// y lloran las palabras y los lutos// por Federico ausente como un muerto,// por tantos muertos con el pecho herido// en las lunas de agosto y de septiembre" (página 88). Y he de reconocer que me emocioné al leer los últimos versos que me recordaron a mi tio Pedro Polo y las casi 150 personas asesinadas en mi pueblo, también por esos meses.   

LA GUERRA

Otro concepto en el que no todas las personas vamos a estar nunca de acuerdo. Yo entiendo guerra como un enfrentamiento entre dos bandos cuyo objetivo puede ser territorial, poder, economico... Sin embargo en la España de 1936 no hubo ninguna disputa entre dos bandos, simplemente hubo unos golpistas que no aceptaron el resultado de las elecciones. Unas elecciones que todos los historiadores han calificado de limpias. Golpismo no puede ser sinónimo de guerra, aunque golpismo y guerra sean sinónimos de violencia. En España no hubo una guerra sino un golpe de Estado fascista contra un gobierno democrático. Y mientras esto no se reconozca se seguirá considerando que ambos "bandos" fueron igual de "malos" e igual de "culpables". Hablar de guerra (encima los más antihumanistas la califican de "civil") significa considerar violento el gobierno de la II República, significa equiparar dicho gobierno con la violencia militarista de la dictadura fascista. 

Aclarado esto, en el libro se habla mucho y erróneamente de "guerra". El poema "No comí pan de padre" comienza con los versos "No comí pan de padre// a causa de la guerra" (página 104), más adelante insiste "Muy despacio y vibrante, // Salvador de Madariaga, // contaba, enardecido, // de la guerra de España" (página 104). Muy bello el comentario a este poema de Antonia Vicens: "Quizá porque conociste de cerca todo el horror y toda la belleza que puede albergar el alma de un paisaje, hiciste de la memoria, resurrección" (página 107).

EL ASESINATO DEL PADRE

Ya he destacado varios de los poemas que hacen referencia al asesinato y/o la ausencia del padre. Pero quizá el más específico sea "12 de septiembre de 1936". Aquí nos cuenta con desgarro algunos detalles del asesinato "...sus ojos apagados,// cegados por cemento y tierra roja", "...una muerte con fierros y fusiles, // con descargas de balas asesinas", "En la Sabika, esa arcilla roja, // te derrumbaste con los ojos turbios.// Nadie acudió al estruendo de la muerte" (página 108). En el comentario, Piedad Bonnett nos cuenta que "Desde que el veinte de julio la ciudad comenzó a ser tomada por las fuerzas de los coroneles Muñoz y León, los republicanos abarrotaban las cárceles, y cientos de hombres progresistas, la necesidad de libertad y conquistas sociales, caían.  sacrificados a diario" (página 109). Desde luego cuando supuestamente termine la posguerra y la transición deberían dejar de ser considerados "coroneles" para ser tratados como "golpistas". Más adelante destapa que "restos desaparecidos debajo de los elementos que los falangistas usaban para que sus cuerpos no pudieran ser recuperados: cal, cemento, y el barro de las tapias del Cementerio de Granada, vecino de la Alhambra, cuyo nombre se traduce por "tierra roja". (página 110).

Escribano dedica expresamente el poema "Te esperaré" "In memorian, Agustín Escribano". Y en él vuelve a recordar que "En la colina roja de la Alhambra // te cegaron los ojos, // y yo sé que estás muerto // por fierros y fusiles, // pistolas asesinas // para un tiro de gracia." (página 154). Y el comentario de Josep M. Rodríguez: "Doce de septiembre de 1936. Mariluz Escribano es una niña que apenas roza los nueve meses de edad cuando, de madrugada, una detonación resuena entre las tumbas del cementerio de san José, "en la colina roja de la Alhambra", Alzan el vuelo unos pájaros mientras el cuerpo ya sin vida de Agustín, su padre, se vence contra el suelo. Falta el protocolario tiro de gracia -"pistolas asesinas". Y la fosa común - de ahí ese terrible "dónde / encontraré tus huesos"... Y después el silencio. Porque había que guardar silencio" (página 155)

MI POEMA   

También hay poemas que tratan de la guerra más allá del golpismo. Mi poema favorito del libro es "LOS NIÑOS SOLDADOS". Destaco las dos últimas estrofas: "Son niños de la guerra, uniforme de harapos, // un fusil en la mano y una tristeza oscura, // quieren matar y matan con la alegre inocencia // de los ángeles buenos que nos guardan la vida.// Ahmed mira las estrellas en las noches oscuras // donde vuelan silentes aviones enemigos, // y enarbola el fusil o la ametralladora, // y prepara su cuerpo para un juego de muerte." (página 129). No me gusta el comentario casi favorable a la participación de menores en las guerras que hace Gioconda Belli. 

ECOLOGÍA

El poema "Olvidos de Granada" compara la tala de árboles para construir un centro comercial con una guerra. Así nos habla de "obuses de ladrillos", "y talaron con saña un centón de alamedas // como si fueran muertos tendidos en la tierra." (página 133) "La ciudad de Granada ha perdido la guerra" (página 134). En el comentario que suscribe Daniel Rodríguez Moya aclara que "La que origina este poema fue la construcción de un centro comercial, una mole de hormigón y cemento en mitad de un territorio casi mítico, en de la Vega de Granada, que ha ido siendo devorado por la barbarie especuladora. Desde que en 2005 se concediera la licencia para tamaño disparate, Mariluz no dejó de oponerse aunque lamentablemente esta fue una batalla perdida" (página 136). 

GINKGO BILOBA

Me ha encantado encontrar entre los poemas de Escribano una referencia, aunque fugaz, a mi árbol preferido, el árbol de la Esperanza que fue el primero que rebrotó en Hiroshima tras la caida de la bomba atómica. Es en el poema "El bosque de Glen Helen. En Yellow Strings, Ohio". La referencia es "Y pisaré despacio esas primeras hojas que descienden // de los ginkgo biloba..." (página 157).

Ha sido una lectura, como todos los libros de poesía, muy constructiva, para reflexionar y conformar nuestro ideario ético y poético. Mariluz Escribano Pueo es una gran escritora al margen de las diferencias ideológicas que deja una huella indeleble en la Conciencia, un poso de futuro en la Memoria. He disfrutado leyéndolo.

"Tiempo de paz y de memoria" (treinta poemas comentados), de Mariluz Escribano Pueo. Edición de Remedios Sánchez. Editado por poesía Hiperión, 2021.



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