LA JEFA

El sábado 30 de abril estuvimos en los Cines Renoir Plaza de España viendo esta película dirigida por Fran Torres, con guión de Laura Sarmiento  y protagonizada por Aitana Sánchez-Gijón y Cumelen Sanz.

LUCES:

"Quien paga, manda". La película plantea el problema de los vientres de alquiler y lo hace como un producto del capitalismo. Me gustó el planteamiento porque en España este asunto parece que actualmente se circunscribe al ámbito de las parejas gais, mientras que en la película quien alquila no es una pareja gai sino una empresaria. Y lo peor no es tanto el alquiler del vientre sino la relación de abuso de poder de la empresaria sobre la empleada. Se puede resumir el planteamiento en la frase que en un momento de la película le recrimina la empleada a la jefa: "Quien paga, manda".

Otro aspecto que se trata de soslayo es el del aborto. La mujer embarazada que se plantea abortar porque se encuentra en un momento de su vida en que su principal objetivo es realizarse profesionalmente y acaba de conseguir un empleo que le apasiona. Se lo comenta al confesor quien evidentemente le responde que eso es "arrebatar una vida inocente" (recordemos que en España durante cuarenta años estos mismos confesores que consideraban que un embrión era "una vida inocente" honraban en las fachadas de sus iglesias y sus cruces en los atrios y otros espacios públicos a los golpistas que habían asesinado a miles de civiles inocentes y demócratas. Y que estuvieron santificado todos los fusilamientos tras las ocupaciones fascistas).

Resulta sorprendente la escena de la caja fuerte tras la frase de la jefa. "¿Te ofrezco solucionarte la vida y te vas a llevar unos pocos euros?". Me dijo Hilario que es para remarcar que la señora tenía todos los vicios posibles.

Lo mejor de la película es, desde luego, la interpretación de Aitana Sánchez-Gijón. Un Goya.

SOMBRAS:

No se aclara la enfermedad que sufre la protagonista. Da la impresión de sufrir ataques de angina de pecho, dolorosos, que le cortaban la respiración, que se relacionan en algún caso con momentos de máximo estress. Pero no se llega en ningún momento a nombrar. No sabemos el alcance de su peligrosidad, por ejemplo cuando le da el ataque dentro de la bañera. Ni si se está tratando médicamente. Ni la esperanza de vida, que sería importante a la hora de comprender o no su necesidad y sus actuaciones para tener un hijo. 

Pero lo peor de la película, creo que la ensombrece casi por completo, es el desenlace tan violento.  Considero que es una violencia innecesaria, forzada e inverosimil. Y al final sale uno de la sala con la sensación de que no me ha gustado la película. 

Por eso no la recomiendo, pero tal vez sea una película buena para ver en la tele. 

Por el contrario ya tengo claro cual va a ser la próxima película que vaya a ver. Y estoy completamente seguro de que esta sí me va a gustar y mucho:



 

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