SER O NO SER, UNA COMEDIA SOBRE LA CONCIENCIA

 
El sábado 4 de junio estuvimos en el Teatro La Latina disfrutando de esta magnífica comedia y de la exquisita actuación de Juan Echanove. En un momento del guión al personaje interpretado por Echanove se le describe como "el hombre de las mil caras" y desde luego lo demuestra en cada una de las escenas.
Una gozada de obra que combina el humor, la crítica, la historia, la reivindicación y especialmente la Conciencia.
Ante todo me parece una obra muy oportuna en la situación bélica en la que se encuentra actualmente Europa. 
Me gustó sobre todo la referencia explícita a la Conciencia, la imposibilidad ética y política de ver y sufrir las injusticias sin enfrentarse a ellas, incluso poniendo en riesgo la propia integridad física. Cuando se habla de guerras, invasiones, ocupaciones, conflictos armados, etc, a esa Conciencia que se enfrenta a las injusticias se ha dado en llamar "La Resistencia". Advierto que en este caso no se trata de una Resistencia Noviolenta ya que hay un muerto de por medio además de celebrarse las explosiones con bombas caseras. Pero sí es una Resistencia Civil, que parte de las iniciativas de la sociedad civil que se enfrenta con los medios a su alcance a las injusticias. Y en ese sentido también es Antimilitarista, ya que se enfrenta a la injusticia militarista, en este caso ejemplificada no solo por la invasión sino sobre todo por las prohibiciones, prohibido representar una obra de teatro, prohibido escuchar las noticias internacionales en la radio... Frente las prohibiciones, Desobediencia Civil. Eso sí, en la obra se plantea una Resistencia con mucha improvisación, muy desorganizada y con nula coordinación, precisamente es esa desorganización la que termina con un muerto.
Como comedia que es se insertan algunos guiños a la actualidad sociopolítica. Os recomiendo que estéis alerta.
También son interesantes las referencias no sólo al cine de Lubitsch sino también a otros directores que se enfrentarion al nazismo con su arte, especialmente me encantó la escena en la que se recrea "El gran dictador" de Chaplin. 
Me pareció, tal vez esté equivocado, que Echanove tuvo en un momento dificultades de visión, tuvo que apoyarse en el hombro de otro actor para bajar unas escaleras a oscuras. Lo de las escaleras a oscuras supongo que es una exigencia del guión Lubitschiano. Desde luego a mí me daría miedo bajar esas escaleras a oscuras y soy más joven de Echanove, a lo mejor es por eso que tuve esa sensación.
En definitiva, una gozada de obra, lleno casi absoluto y gran parte del público aplaudiendo en pie.

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