El jueves 8 de diciembre, pasado por agua, porque a la hora de salir de casa estaba diluviando, el teatro está bastante alejado de la boca de metro más cercana y tuve dificultades para tomar un taxi; estuvimos en el Teatro de la Abadía disfrutando de esta obra de Álvaro Tato, producida por "Ay Teatro" y dirigida por Yayo Cáceres. Es un homenaje al dramaturgo cuando se celebran los cuatrocientos años de su nacimiento.
La obra hace un recorrido desde el nacimiento a la muerte del dramaturgo y poeta, incluyendo los conflictos con su padre que menospreciaba la poesía y le instaba a que se dedicara a la profesión familiar, tapicero. Molière llegó a ser tapicero real. También incluye sus dificultades para financiar sus puestas en escena lo que le llevó incluso a la cárcel por no poder pagar los gastos de un estreno infructuoso. Y se hace hincapié en las desaveniencias con los poderes fácticos, especialmente el clero y la nobleza por sus temáticas satíricas ("El ávaro", "El misántropo"...) y por sus obras de amores libertinos ("Don Juan", "El cornudo imaginario"...).
A lo largo de la obra las actrices y actores representan multitud de personajes extraídos de las obras de Molière, y además una de las actrices toca el piano en directo y canta con espléndida voz. Mucho humor, mucha sátira y mucho cambio de registros, incluidas canciones y coreografías. Muy buenas actrices y actores.
La escenografía y puesta en escena es muy contemporánea. Incluso con sorpresa final (que no revelo, pero no salgáis escopetadas cuando empiecen los aplausos).
Estuvimos sentados en la primera fila y lo vimos, oímos y disfrutamos todo muy bien. Un magnífico espectáculo.
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