MUSEO CERRALBO

El domingo 12 de marzo estuve con mi amiga Mª  José en el Museo Cerralbo. Se trata de colección de arte y antigüedades de Enrique de Aguilera y Gamboa (1845-1922), XVII marqués de Cerralbo.

Ya lo había visto en otras ocasiones, y me parece uno de los museos más interesantes de Madrid en cuanto al edificio, aunque no me gusta la distribución del contenido. Se trata de un palacio construido entre 1883 y 1893 por Alejandro Sureda, Luis Cabello Asó y Luis Cabello Lapiedra. Sureda es considerado el principal divulgador de los modelos arquitectónicos franceses entre la aristocracia española. En cambio Lapiedra fue un ultraconservador (su partido apoyó el golpe de Estado del 36) que rechazó la introducción del modernismo y fue representante de una corriente regeneracionista-nacionalista en la arquitectura española. El edificio fue inaugurado como museo en 1944 y declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en 1962. 

Reconozco el valor del edifico como monumento histórico y me gusta su decoración interior con su escalera, barandillas, el mobiliario, relojes, lámparas, pinturas murales. Pero el contenido siendo muy rico adolece de falta de organización y estética museística. Da la impresión de estar todos los cuadros colocados (o descolocados) del suelo al techo sin ningún orden ni concierto, sin la iluminación adecuada da la impresión de falta de limpieza y/o restauración, sólo unos muy pocos están etiquetados. Los objetos amontonados en vitrinas, mesas y muebles sin ningún tipo de distribución lógica, y eso que algunos de esos objetos artísticos son destacados en las guías que podemos descargarnos para supuestamente ayudarnos a disfrutar de la visita, pero que en muchos casos esos objetos de las guías o no los encontramos o están colocados en rincones con "visibilidad reducida o nula", como algunas localidades del Teatro Real. Puro horror Vacui sin estética, ni ética, ni poética.Y hablado de las guías, en cada sala destacan unas pocas obras, ya digo que algunas ni las llegamos a encontrar, pero no destacan lo que más suele atraerme del mundo de las antiguedades: lámparas, relojes y bargueños. La escalera está flanqueada por una serie de bustos que suponemos romanos, pero que al no estar etiquetados no tuvimos "el busto de conocernos". A pesar de todo hubo una serie de obras que fotografié:

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La última fotografía es de una escultura que se encuentra en la entrada semioculta tras/ entre otras cinco o seis. Se titula "Terra"pero lo que me atrajo fue el tocado en forma de torre almenada, la misma que aparece en el escudo de II República:

La visita al museo merece la pena, pero también merece una reestructuración de la colección.