20000 ESPECIES DE ABEJAS

El domingo 23 de abril estuve con mi amiga María en los cines Princesa viendo esta emocionante película dirigida por Estíbaliz Urresola y protagonizada por la niña Sofía Otero, quien ha obtenido el Oso de Plata en el  73° Festival Internacional de Cine de Berlín por su interpretación en la película.  

Otero pertenece a Naizen (en euskara ‘quien yo soy’) que es una asociación que agrupa a familias de menores transexuales y trabaja por la visibilización de la realidad de los menores transexuales y sus familias, la difusión de sus derechos y reivindicaciones, y la despatologización y aceptación de la transexualidad como un hecho más de diversidad.​

La directora contó en una entrevista que el origen de "20.000 especies de abejas" se remonta a 2016, cuando le noqueó la noticia del suicidio de un joven de 2016 que buscaba un tratamiento hormonal. "Dejó una carta que me emocionó mucho porque, obviamente era muy triste, pero proyectaba esperanza hacia las generaciones que venían detrás, esperando que encontrasen un lugar más habitable y con más aceptación para niños trans en su situación”.

Escogimos  esa sesión porque la directora estaba presente e hizo una presentación de la película. La verdad es que esa presentación me pareció algo pobre, esperaba que nos contara precisamente el origen de la película o al menos los principales premios y se limitó a hablarnos de los últimos festivales internacionales a los que se estaba presentando y en los que sigue obteniendo premios, pero no nos contó nada de la película en sí.

El título es una metáfora que en la película expresa otra de las niñas protagonistas: Hay muchas especies de abejas y todas son buenas. Por cierto que desde el punto de vista animalista no es muy aceptable la utilización de las abejas que se muestra continuamente en la película, sacando los panales del árbol para meterlos en las colmenas artificiales para obtener la miel y la cera, y tampoco me gusta la idea de utilizarlas para curarse directamente con el veneno de su aguijón. Pero esa es otra reivindicación.

Algunas frases memorables: "Que tu familia no viva sus vidas con vergüenza". Se lo dice la tía a la madre de la protagonista para instarle a hablar con ella sobre su identidad.

"En mi clase hay un niño que tiene potorro". Se lo dice una amiga al ver que la protagonista tiene pene.

"¿Tú desde cuando sabes que eres chico?". Se lo pregunta la protagonista a su hermano para destacar cómo no todas las personas sabemos quienes somos, y esto vale tanto para la identidad de género como para la orientación sexual.

Me emocionó la resolución de la escena de la desaparición dando un giro a la narración como forma de proyectar esperanza, pero considero que sería hacer spoiler especificarla. 

Me encantó y la recomiendo para todos los públicos.