EL DÍA DE MI COMPLEAÑOS
Hacía 56 años que no celebraba mi cumpleaños. Bueno, es un decir, porque a veces ha caído en festivo, incluso en bastantes ocasiones ha caído en medio de las vacaciones de primavera, por lo que lógicamente lo he celebrado asistiendo a algún espectáculo o realizando algún viaje. Algunos de los viajes en los que coincidió fueron el de 1992 a Suiza (con Diego y con Gilda) y el de Marruecos en 2001 en mi coche Seat Ibiza. Otros años también ha coincidido y lo hemos pasado en Úbeda. En cualquier caso han sido casi siempre celebraciones íntimas en pareja.
Este año empecé el día caminando casi 7 kilómetros para intentar rebajar un poco el peso (sin mucho éxito, por cierto). 
Descubriendo flowerbeds de narcisos y redescubriendo la fuente del Canal de Isabel II, en la calle Bravo Murillo, de estilo clasicista romántico tardío, diseñada por el ingeniero Juan de
Ribera, con una escultura central alegórica del río Lozoya esculpida
por Sabino de Medina,
y flanqueada por metáforas de la Agricultura y de
la Industria, de los escultores Andrés Rodríguez y José Pagnucci. 
Una fuente muy bella que siempre he visto al hacer este paseo a través de una fea valla metálica.
Después asistí al quinto concierto de los Domingos de Cámara en el Teatro Real.
Disfruté como de costumbre del concierto. Me encantó el cuarteto de cuerda de John Adam,una partitura estrenada en 2009 en Nueva York, por lo tanto muy contemporánea. Me hipnotizaron los movimientos de manos del director, Kornilios Michailidis, que me recordaban a un jugador de pelota vasca con cesta. Fue la única obra del concierto que se interpretó con dirección. Toda la obra me imaginaba danza contemporánea trayendo a la memoria cortes de danzas de Nacho Duato, Víctor Ullate en incluso me acordé de Pina Bausch.
También me gustó el trío para piano, violín y trompa de Brahms, sobre el sonido de la trompa. Pero sobre todo fue muy lúdico y animado el Scherzo allegreto del quinteto de cuerdas con piano de Shostakovich. Este curso todos los conciertos incluyen una obra de Shostakovich por su ópera "La nariz".
Había quedado con unos amigos para comer y me llevaron a un restaurante impresionante, parecía diseñado ex profeso para celebrar mi cumpleaños, porque a parte de la carta con diversos platos vegetarianos y con una presentación muy de cocina contemporánea, el restaurante se ubica en un palacete restaurado con una decoración interior a base de arte contemporáneo. Se llama restaurante ABYA, lleva abierto poco más de un mes y se ubica en el llamado Palacio de Saldaña que
fue construido en 1903 bajo las órdenes del arquitecto Joaquín Saldaña y López. Este edificio es uno de los ejemplos más
llamativos de la arquitectura afrancesada que imperó en el Barrio de
Salamanca a principios del siglo XX. Ha sido comprado y restaurado por Manuel González quien para la decoración ha contado con la ayuda de la
interiorista Paulina Morán y otros decoradores. Además, ABYA también cuenta con más de 100 obras de arte repartidas por sus espacios de artistas como Vladimir Cora, Amador Montes, César Lope Negrete, Miguel Milló o Paola Martínez. A cargo de los fogones se encuentra el chef Aurelio Morales, que ha logrado a lo largo de su trayectoria una estrella Michelin y dos soles Repsol en el restaurante Cebo ubicado en el Hotel Urban que dejó hace ahora un año, en mayo de 2022, para centrarse en este otro restaurante.
Tras la comida, una camarera nos hizo una visita guiada al palacete, hablándonos del dueño, de la restauración y de las obras de arte.
Estuvimos comiendo en la primera planta junto a estas obras:
Finalizada la visita guiada nos fuimos a tomar unos gintonics a una terraza de la calle Juan Bravo. Allí tomamos el metro Nuñez de Balboa hasta Öpera donde había quedado con Hilario, y llevamos a nuestra amiga de Bolaños al Hotel Madrid Edition para enseñárselo y para tomarnos unos Piscos Sour en la cafetería con los que a su vez volvimos a brindar por mi cumpleaños.
Terminé el día cenando con Hilario.
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