EXTRAÑA FORMA DE VIDA

El sábado 27 de mayo estuvimos viendo esta película dirigida y con guion de Pedro Almodóvar y protagonizada por el estadounidense Ethan Hawke y por el chileno Pedro Pascal. 

Lo que más me asombró es la concisión. En media hora nos cuenta 20 años de una historia de amor. Me recordó mucho a la magnífica "Brokeback Mountain" (Ang Lee, 2005). Escribe Carlos Boyero, crítico de cine con quien suelo coincidir en gustos, que la "adscripción al género del wéstern es debida a que los personajes van vestidos de época, aparece un caballo y se dispara un revólver", sin embargo yo descubrí algunos otros tópicos, típicos del cine del Oeste. Una relación entre dos pistoleros, uno de ellos acaba en un rancho y el otro acaba siendo sheriff; un desierto atravesado a caballo (por cierto que en el rancho vemos más caballos), heridas que sangran aparatosamente pero que cicatrizan fácilmente, vendajes caseros propios de los forajidos que no quieren acudir a un hospital por el riesgo a ser detenidos por la justicia...

La relación entre los personajes del Oeste me recordó que en las películas hollywoodienses de vaqueros casi siempre hay escenas en las que la "camaradería" entre varones es fácilmente confundible con atracciones fatales. Evidentemente en ninguna llega a verse un beso, pero sí hombres semidesnudos, sudorosos, vigorosos y con andares muy "erectos". Y desde luego muchos primeros planos de miradas ambiguas y algún que otro plano de "paquete". Tom de Finlandia reflejó este homoerotismo en algunas de sus obras.

Algunos detalles no me gustaron. Respecto a lo de los caballos, como soy animalista, tengo que opinar que no es necesario ni ético seguir utilizando animales en ningún tipo de espectáculos.

Y tuve la impresión de que en más de una frase del guion se justifica el asesinato de una mujer por el hecho de ser prostituta. 

En cualquier caso considero que es una película muy original. Como empecé diciendo me asombró como en poco tiempo se cuenta toda una historia, podría desarrollarse más o continuarla. Puede parecer que el final es algo cortante, como que no se deja muy claro cómo termina la historia, pero eso también es bueno, porque nos da pié a imaginar y proyectarnos. Y, claro, todo es criticable.