DIARIO DEL VIAJE A VALLADOLID

VIERNES 16 DE JUNIO
Salimos en el tren AVANT a las 17:00 y llegamos a Valladolid a las 18:05, el mismo tiempo prácticamente que en AVE pero a mitad (o un tercio) de precio. Como no sabíamos donde se ubicaba el hotel tomamos un taxi que nos dejó en la puerta del hotel en unos 10 minutos (3 euros). El hotel es bonito por fuera, pero por dentro parece una residencia de ancianos. El recepcionista y el personal de la cafetería fueron muy amables en todo momento. Nos dieron una habitación con una cama grande y un balcón a la calle, pero con poco espacio para moverse, el baño también es bastante estrecho pero muy completo con amplia ducha y bidé.Tras el checkin y dejar el equipaje en la habitación, salimos a dar nuestro primer paseo por la ciudad.
Y fue un paseo muy productivo, el hotel está muy cerca de una de las calles principales, Santiago, que une el Campo Grande con la Plaza Mayor. Primero tiramos hacia el Campo Grande y vimos la plaza de Zorrilla con su magnífica fuente y la escultura homenaje a Zorrilla y rodeada por la Academia de caballería y otros edificios de interés arquitectónico:
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Academia de caballería:
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En el camino vimos una exposición de Médicos del Mundo y otra de Memoria Histórica (si os interesa he publicado una entrada en este mismo blog con fotos de estas exposiciones). No nos adentramos en el Campo Grande, volvimos dirección Plaza Mayor y Catedral.
En la plaza estaban montando un inmenso recinto para un campeonato de Padel. Llegamos a la plaza de la Fuente Dorada, he de resaltar que este mismo camino lo volvimos a hacer el sábado con la visita guiada.
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Por el camino varias placitas y lugares con encanto como esta con un árbol singular:
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Entramos en la catedral que es el monumento más feo de la ciudad, donde estaba oficiando un obispo. Nada de interés ni por fuera ni por dentro. A la salida nos encontramos con una procesión que terminó en la puerta de la catedral.
Seguimos paseando y nos encontramos con una marcha ciclista por los derechos LGTBIQ. 
Vimos la iglesia del Salvador, bastante más elegante e interesante que la catedral: 
Una casa medieval:
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Al salir habíamos visto un restaurante chino muy cerca del hotel y a lo largo del paseo no habíamos visto muchos restaurantes, así que decidimos ir a cenar al chino. Y a la habitación.
SÁBADO 17 DE JUNIO
Todos los días hemos desayunado en la cafetería del hotel, tienen varios menús de desayunos continentales, yo estuve tomando uno vegano con zumo de naranja natural, colacao con bebida de soja y tostada de pan payés con tomate y aceite.
Teníamos concertada visita guiada freetour "Valladolid monumental", con la empresa "Paraguas rojos" a las 11:00, pero por problemas técnicos esa visita se había suspendido, me habían enviado un whatsapp por la noche pero yo no lo vi hasta por la mañana, nos daban la opción de hacerla a las 10:00, así que allí estábamos y aún tuvimos tiempo previo para visitar los alrededores del ayuntamiento, la plaza de la rinconada con una fuente con bellas esculturas
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el mercado del Val, el monasterio de san Benito, en uno de cuyos muros había un cartel del ayuntamiento contra la violencia machista.
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A las 10:00 empezó el tour, junto a nosotros había otras seis personas que había ido a Valladolid a una boda. Saliendo de la Plaza Mayor, pasamos por la Fuente Dorada y llegamos al Pasaje Gutiérrez, una visita muy interesante, curiosamente lo habíamos visto la tarde anterior, pero no se nos había ocurrido entrar:
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Plaza de la Universidad con el monumento a Cervantes:
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Restos arqueológicos detrás de la catedral que me parecieron más monumentales que la propia catedral:
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Iglesia de santa María de la Antigua:
También pasamos por la iglesias de las Angustias, de san Martín y de san Pablo. Colegio de san Gregorio donde se ubica el Museo nacional de Escultura:
Una escultura de Chillida en el lateral del museo, pero con vallas de obra:
A las 11:30 h, terminó el tour en el palacio real:
Nosotros, tras descansar un buen rato en la plaza de san Pablo volvimos hacia la Plaza Mayor, en el camino otra casa medieval:
EL PRIMER VINO. En el restaurante chino habíamos tomado un vino malo, Don Luciano, de hecho al finalizar la cena nos regalaron un licor de arroz y nos gustó mucho más. Me tomé el primer vino de Ribera del viaje en la cafetería Lion D'Or, es la más bonita de la Plaza, la recomiendo.
Me ofrecieron una copa de Cruz del Alba, pero no me gustó mucho, muy dulzón. 
SEGUNDO VINO. Mi amiga Inés me había recomendado comer en el restaurante Jero, pero no tenían mesa libre y comimos en un restaurante justo al lado, "La Cartuja". Comí una parrillada y nos ofrecieron unas copas de Tomás Postigo, mucho mejor, el mejor que he probado en el viaje, pero nos soplaron 5,80 euros por copa. Tras la comida nos fuimos a hotel a dormir siesta y salimos a las 17:00 para encaminarnos hacia la sala Casa Revilla para ver la exposición de poesía visual (si os interesa he publicado otra entrada en este mismo blog con fotos de la exposición y otras referencias poéticas en la ciudad). En el camino esta escultura dedicada "Al imaginero":
Tras la exposición seguimos caminando y descubrimos en la calle Colón la mayor iglesia de la ciudad, dedicada a la Magdalena, impresionante, vistosa y monumental por fuera y por dentro, parecería más lógico que este templo fuera la catedral:
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Y a pocos pasos el también impresionante palacio de santa Cruz, dos magníficos monumentos que faltan el el tour "Valladolid monumental":
TERCER VINO. Cenamos en el restaurante "El mercado del trigo". Comí una hamburguesa vegana, me dieron a elegir varios vinos y escogí un Protos, que ya lo conocía. No estaba mal, pero más suave que el Tomás Postigo. Y a la habitación.
DOMINGO 19 DE JUNIO. Me había programado dedicar la mañana del domingo al Museo Patio Herreriano, de Arte Contemporáneo, porque tenía la idea de un museo tipo Reina Sofía de Madrid donde se visita toda la colección y además exposiciones temporales. Como no abría hasta las 11:00 tuvimos tiempo de explorar sus alrededores. La plaza del Poniente con su poética fuente dedicada a Jorge Guillén:
El monumental e histórico grupo escolar de la II República, Joaquín Costa:
He publicado también una entrada aparte con fotos de las exposiciones del Museo Patio Herreriano.
Para el lunes había contratado una visita guiada a las bodegas Museum en el pueblo de Cigales, pero ya el viernes me enviaron un email diciéndome que se suspendía por avería del coche (por eso he estado haciendo las catas por mi cuenta). En la plaza del monasterio de san Benito hay una oficina de información turística y entré a preguntar si había una posibilidad alternativa de visitar una bodega, pero me dijeron que no había nada organizado, la única opción era ir en autobús a un pueblo, por ejemplo Peñafiel, y después buscarme la vida para llegar a la bodega. Nada viable. En la misma oficina hay unas bodegas utilizadas como sala de exposiciones, exponían objetos de las cofradías:
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También tienen una vista a un canal subterráneo:
Aprovechamos para entrar a echar un vistazo a la iglesia de san Benito, que también es más monumental que la catedral y con una verja impresionante en medio, me recordó la capilla de el Salvador de Úbeda:
CUARTO VINO. Paramos a tomar algo en un bar cerca de la Plaza Mayor, nos ofrecieron un Mas de Leda. Y aprovechamos para hacer una reserva por teléfono para el restaurante Jero. 
QUINTO VINO. Es el primer restaurante donde tenían carta de vinos, la he pedido en los  locales anteriores y en ninguno la tenían. Pedimos una botella de Arzuaga de 375 cl. para los dos.
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Ha sido una de los mejores restaurantes, y de comidas más elaboradas. Yo pedí un hojaldre de manzana con queso de cabra y praliné de pistacho con almendras tostadas (en la carta incluye bacon, pero me lo hicieron vegetariano):
Hilario pidió un revuelto de boletus Edulis salteados con aromas de campo, yemas de huevo, foie y trufa:
Agradezco a mi amiga la recomendación y a su vez lo recomiendo.
Nos fuimos a echar una siesta y salimos a las 18:00 para pasear por el Campo Grande. Magnífico parque con varias fuentes monumentales, esculturas, un lago, una gran variedad de árboles y animales. Pasamos una tarde muy tranquila y agradable.
Cascada:
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Lago:
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Antes de irnos a cenar nos acercamos al río Pisuerga, el agua está muy marrón, no sabemos si por contaminación. Atravesamos el puente Isabel la Católica para ver la cúpula del Milenio.
Tenía intención de cenar allí pero el restaurante estaba muy apagado y nos encaminamos hacia el Club 1844, que había visto ya varias veces y quería probarlo, pero nos dijeron que los domingos cerraban. Finalmente cenamos unas ensaladas en un Vips (con Seven Up). Y a dormir.
LUNES 19 DE JUNIO. Este viaje surgió porque había pedido en el colegio el lunes como día de libre disposición (tenemos dos días libres en el curso y ya me había pedido el primero cuando viajamos en noviembre a Sevilla con la Fundación de Casas Históricas y Singulares). Pero el plan del lunes se nos vio frustrado por la cancelación de la visita a la bodega, así que, como todos los museos estaban cerrados, nos dedicamos todo el día a pasear por la Ribera del Pisuerga y vaguear por la ciudad. Empezamos el paseo en el puente de Isabel la Católica. Como digo el agua se ve muy turbia, pero la ribera está muy cuidada con parques, jardines, paseos, pasos bajo los puentes, zonas deportivas para atletas jóvenes y mayores, hasta una playa.
Restos de lo que supusimos que fue un antiguo molino de agua junto a la caída de agua:
La Playa de las Moreras:
Puente Mayor:
Terminamos el paseo en el Puente de la Condesa Eylo. Por la calle Tirso de Molina caminamos hasta el monasterio de santa Clara:
SEXTO VINO.
Y ya fuimos hasta la Plaza Mayor, nos sentamos en la terraza del Café Labanque (junto al Lion D'Or) y allí me ofrecieron una copa de Prios que estaba bastante bueno pero me lo pusieron quizás calentorro de más. 
Para comer nos encaminamos de nuevo hacia el Club 1844. Se trata del restaurante de la sociedad del Círculo de Recreo que, en 1844, estaba formada por la alta aristocracia, personalidades del comercio, la política, la industria, la ciencia y la banca de la ciudad. En sus principios, estuvo situada en un piso de la calle Teresa Gil, en cuyos bajos se situaba el café El Iris, donde cada tarde se reunían tertulianos como Antonio Florencio Vildósola. Fue a Vildósola a quién se le ocurrió que debían constituirse en sociedad para formar un casino o círculo donde reunirse junto con las demás personalidades de la ciudad.

En el año 1853 el piso se les había quedado pequeño para los socios que eran y decidieron adquirir un solar de la calle del Duque de la Victoria donde permanecieron hasta que el edificio anunciaba ruina. Entonces se trasladó a los locales del Centro de Labradores, en el que permaneció hasta la terminación del nuevo edificio construido sobre el solar que ocupó el antiguo. El promotor del nuevo edificio del círculo o casino fue José Antonio Pintó. Las obras del edificio que conocemos en la actualidad, comenzaron a principios de 1901 y se finalizaron en mayo de 1902. El proyecto y los planos son del arquitecto Emilio Baeza Eguiluz, quien dirigió las obras junto a Julián Palacios. 

Recientemente ha tenido una nueva reforma y en marzo de este año se ha reinaugurado el restaurante. Un lugar excepcional, con un menú a 21,90 euros. No tienen opciones vegetarianas, pero la camarera fue a preguntar a la cocina y volvió con cuatro propuestas para que eligiera dos. Elegí el gazpacho: 

y un pisto:
Hilario pidió una ensaladilla:
y un pescado:

Y SÉPTIMO VINO. Aunque el menú sólo incluye agua, yo le pedí una copa de vino y me trajeron un Resalte, muy bueno, muy fino. Y no me lo cobraron aparte del precio del menú. Con creces el mejor sitio para comer en Valladolid, mi mejor recomendación.

CONCLUSIONES DE LA CATA DE VINOS. Después de esta cata de vinos de Ribera del Duero he llegado a las siguientes conclusiones: 1ª. Me gusta mucho más el olor de los Rioja, para que me llegue el olor de los Ribera tengo que meter la nariz hasta el fondo de la copa (y no la tengo tan larga) y suelo disfrutar mejor los vinos con el olfato que con el gusto. 2ª. A pesar de ser la comunidad de Valladolid famosa por sus vinos, en la ciudad pocas personas aparte de mí bebían vino en terrazas y restaurantes, y quienes sí lo hacían bebían blancos o rosados. 3ª. Me sorprendió por lo mismo que en algunos restaurantes ni siquiera tuvieran carta de vinos. 4ª. Si la producción vinícola es una de sus más importantes fuentes de la economía de la comunidad, la ciudadanía parece vivir de espaldas a dicha economía. 

En cualquier caso, como diría Rajoy, "¡Viva el vino!".

Estuvimos sesteando en el Campo Grande, pero a las 17:00 empezó a lloviznar, fuimos a por el equipaje al hotel y caminamos hasta la estación que está cerca atravesando el Campo Grande. No llegó a caernos fuerte. El tren salió puntual a las 18:49 y estábamos en Chamartín a las 19:50. Ha sido un magnífico y completo fin de semana. Valladolid es una ciudad que merece la pena visitar con al menos tres días.

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