SOBRE DECONSTRUCCIÓN DEL GÉNERO Y ANTIMILITARISMO
Si indagamos en Google o cualquier otro buscador de internet,
encontramos cientos de artículos, estudios académicos, noticias, opiniones,
libros que ya tratan abiertamente la deconstrucción del género desde
perspectivas transfeministas.
Por lo que he investigado parece que Judith Butler es
reconocida como una autoridad sobre el tema. Sobre ella leo en un artículo
publicado en Rock y Arte escrito por Juliana Serra: “Judith Butler es doctora en filosofía y una de las pensadoras más
imponentes del siglo XX y XXI. Desde sus primeros pasos académicos en la
Universidad de California en Berkeley, Butler se ha destacado por su activismo
en cuestiones de género, políticas sexuales, derechos humanos y políticas
antibélicas”.
Me interesa precisamente la relación entre teoría queer,
deconstrucción del género y antibelicismo, pacifismo, antimilitarismo y no
violencia.
En este sentido he encontrado también un artículo en la web “El
sol de México” titulado: “Deconstrucción de género para la construcción de paz”,
escrito por: Andrés Pérez Rocha Caudillo, donde leo “La corriente social en la que vivimos lucha por la deconstrucción de
los estereotipos de género. Se busca cambiar la perspectiva de lo que es la
masculinidad para las nuevas generaciones. Esto con la intención de crear
hombres que promuevan el respeto, la igualdad y paz para todxs dentro de la
sociedad mexicana. Para trabajar en ello debemos reconocer nuestros
comportamientos machistas y, a su vez, deconstruirlos. Aún existen estereotipos
muy claros que marcan las dinámicas y perspectivas sociales. Pero, como
sociedad, debemos ser cada vez más conscientes de ello. Para construir una
sociedad donde las personas sean iguales sin importar el sexo, el género,
característica que posean o la identidad que deseen adoptar. Y así aportar dentro
de la construcción de paz”.
Entre los cientos (o miles) de posibles definiciones de lo
que entendemos por género y deconstrucción de género voy a dejar este párrafo
encontrado en un artículo del blog “Escritura feminista” titulado “Deconstruirnos”:
“Género es construcción social (papeles,
roles, comportamientos, caracteres, vestimenta y otros usos y costumbres) que
pueden corresponder a una asignación sexual normativa (varón y mujer) o a otro
tipo de construcción social no normativa”. (Asociación de Travestis,
Transexuales y Trangéneros de Argentina y Federación Argentina LGTB).
Deconstruir el género
implica, por un lado, abandonar los estereotipos de lo que entendemos como
femenino y masculino: entender que el rosa no tiene por qué ser necesariamente
“de nenas” y el azul “de nenes”, que el trabajo de la mujer no está ligado a
las tareas domésticas o que el hombre no es menos masculino por cuidar de su
apariencia o llorar en público. Es reconocer que existe una desigualdad entre
los géneros que no es natural.
Por otro lado, es
alejarse de los términos binarios –hombre y mujer– y abrirse a la gran
diversidad de sexualidades y géneros que existen, como las personas trans, de
género fluido, no binario, o del tercer género”
EL CONDICIONAMIENTO PAVLOVIANO
Si analizo la realidad actual, me encuentro con que lo del
color rosa para niñas y azul para niños es un condicionamiento Pavloviano que
siguen utilizando desgraciadamente muchas familias desde el primer día de
nacimiento. En la escuela, cuando llego con camisa, jersey o polo rosa, me he
encontrado a niños de tres años que siguen diciendo que el rosa es de chicas.
Desde que tengo uso de razón, pongamos que con tres o cuatro
años, empecé a oír en la escuela, la calle, la televisión… consignas machaconas
del tipo:
“Los niños no lloran” (y el masculino supuestamente genérico
era aquí evidentemente, discriminatorio y excluyente porque no incluía a las
niñas. Leo en un artículo publicado en la web Forbes México, que “el uso del masculino para designar ambos
géneros, no es discriminatorio y supone el más inclusivo de todos los lenguajes,
a juicio del director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz
Machado”) No sé si a este señor tan machito cuando era niño, le acosaron alguna
vez por ser llorón, pero a mí sí.
“Mira mi bola, a ver la tuya”. Era típico que los niños
(nunca las niñas) presumieran de su musculatura. Quienes no teníamos “bola”,
perdíamos siempre al echar un pulso, éramos gorditos, se nos despreciaba por
debiluchos y se nos excluía de los
juegos.
“Defiéndete si eres hombre”. Y otra forma de demostrar la
fuerza era participar en peleas, tanto si se trataba de “resolver” un conflicto
por la fuerza, como si se trataba solo de un reto entre machitos, quienes nunca
supimos pelear, fuimos el blanco cotidiano de sus agresiones.
Y para culminar el condicionamiento Pavloviano: “En la mili
te van a hacer un hombre”. Y esta fue mi primera razón, cuando aún no conocía el
antimilitarismo, para declararme objetor de conciencia y posteriormente insumiso
al militarismo. Y colaborar con el Movimiento de Objeción de Conciencia y con
La Radikal Gai.
APRENDER A DESAPRENDER
La deconstrucción del género, desde mi experiencia, consiste
en desaprender todos estos condicionamientos que pretendieron, sin mucho éxito,
forjarme una identidad cismasculina.
Pero me está pareciendo que actualmente gran parte de la
juventud está confundiendo deconstrucción de género con vestir con faldas,
pintarse la uñas y los ojos, que está muy bien, pero que no es ni
imprescindible ni definitorio. Porque un hombre con faldas y maquillaje también
puede ser cismasculino, machista, lgtbiqfobo y/o abusador y violador.
Para mí, y es una opinión muy personal con la que nadie más
tiene porqué estar de acuerdo, deconstruir tiene más que ver con la forma de
pensar, con los valores que se asume y con las actitudes, que con la apariencia
externa.
A mí a lo mejor no me gusta demasiado maquillarme, ni
depilarme, ni vestir con faldas o ropa de boutique gay, pero tengo muy claro
que no asumo el género que durante toda mi infancia y adolescencia quisieron
imponerme, en muchas ocasiones con el uso de violencia física y psicológica.
Para mí la identidad no binaria también incluye ser
memorialista y reivindicar que se les devuelva la dignidad a las personas lgtbi
que fueron encerradas, torturadas y asesinadas durante la dictadura
militarista.
Para mí la identidad no binaria también incluye luchar por
los derechos de los seres sintientes no humanos, contra el maltrato y la
violencia a que se les sigue sometiendo en nuestro Estado. Porque la
tauromaquia y la caza son también prácticas militaristas, cismasculinas y
machistas.
Cuando voto, por ejemplo, lo hago desde mi identidad no
binaria, cuando me relaciono con amistades lo hago desde mi identidad no
binaria, cuando elijo una película, obra de teatro, ópera, danza, concierto, exposición
o libro lo hago desde mi identidad no binaria.
Y cuando sigo llorando ya sea por una escena emocionante de
una película o porque algo o alguien me hace daño. Incluso cuando colaboro con
la Asociación Española de Lucha de Brazos, aunque nunca haya ganado un pulso.
Y, desde luego, cuando, aunque cada vez, por edad y fatiga, me manifieste
menos, sigo haciendo ciberactivismo antimilitarista y queer a través de las
redes.
Pedro Polo (Antimilitarista Queer)
Fuentes consultadas:
Juliana Serra. “Judith Butler y la deconstrucción del género”.
2022
Escritura feminista. “Deconstruirnos”. 2017
Andrés Pérez Rocha Caudillo. “Deconstrucción de género para
la construcción de paz”. 2023
EFE “El masculino genérico es lenguaje inclusivo: director
de la RAE”. 2022
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