MI NOMBRE ES ALFRED HITCHCOCK

El lunes 21 de agosto, que en los Cines Renoir es día de las personas espectadoras, estuve en los Renoir de Plaza España viendo esta película documental con dirección y guion de Mark Cousins  interpretado por el actor Alistair McGowan, quien pone voz al monólogo del personaje de Alfred Hitchcock.   
Como aclaran los créditos al final de la película ni el texto ni la voz son de Hitchcock, el texto es de Cousins y la voz de McGowan y respecto a esto he leído en una crítica que "es inevitable sentir que es una decisión algo presuntuosa" (Desirée de Fez). Evidentemente que toda película y especialmente todo documental es presuntuoso, porque el guion y la dirección tienen que presumir, es decir "suponer o considerar algo por los indicios o señales que se tienen" (primera acepción de "presumir" en la RAE). Claro que lo que nos cuenta supuestamente Hitchcock sobre sus películas, sus temáticas, sus intenciones, sus aspectos técnicos, incluso su vida familiar, no son reflexiones ni recuerdos de Hitchcock sino de Cousins, pero son reflexiones basadas en la biografía y el análisis de las películas de Hitchcock. El hecho de ponerlos en boca de un actor que interpreta a Hitchcock no es más que un artificio cinematográfico. 
En otra crítica he leído que "la voz de McGowan apenas deja respirar las imágenes, que nunca nos cansaríamos de ver y de oír" (Sergi Sánchez). Y en esto estoy muy de acuerdo, en algunos casos incluso se solapa el diálogo de una escena con la voz de McGowan que la está comentando. Pero esta crítica en cualquier caso no resta interés general a la película.
Respecto a la voz de McGowan imitando a la voz de Hitchcock, tengo que reseñar que, en España nos hemos acostumbrado al doblaje, hemos visto las series "Alfred Hitchcock presents" y "The Alfred Hitchcock Hour", presentadas por el propio Hitchcock, pero con las voces de los actores Eduardo Calvo Muñoz (1918-1992) y Julio Núñez (1930- 2008), entre otros, y ni siquiera imitaban el acento inglés. Por lo cual este artificio de la película de Cousins nos parece de lo más natural y válido y un recurso artístico muy cinematográfico. Y aunque en la película podemos oír la voz de McGowan imitando el timbre, el acento y la candencia de Hitchcock, la verdad es que, al menos yo, estuve más pendiente de los subtítulos que escuchar la voz hitchcockiana.
Respecto al contenido de la película, se subdivide en capítulos, algunos de ellos me parecieron más interesantes que otros. Concretamente los capítulos son: Evasión, Deseo, Soledad, Tiempo, Plenitud y Altura. Los tres primeros hacen referencia a temáticas recurrentes en las películas de Hitchcock y y los otros tres son más sobre detalles técnicos. 
Es muy interesante descubrir como muchas de las películas plantean guiones, situaciones o escenas relacionadas con diversas acepciones de "Evasión". Desde evadirse de la justicia o de una cárcel a evadirse de los prejuicios morales de la sociedad, e incluyo evadirse de la propia realidad. Desde la perspectiva de las personas espectadoras toda película y todo espectáculo es una medio de evadirnos de nuestras preocupaciones individuales y el documental comienza precisamente mostrándonos como algunas escenas de Hitchcock servían específicamente para introducirnos en sus películas, en sus ficciones, olvidándonos de nuestra realidad.
El capítulo del "Deseo" trata de la atracción sexual. Me gustó que se incluyera una escena de dos chicas desnudándose en una habitación, mostrando una mutua complicidad que al parecer algunos críticos de la época consideraron una reivindicación del lesbianismo, y que en el documental, el personaje de Hitchcock no desmiente. No solo atracción entre personas, también habla de como los personajes se sienten atraídos por objetos o lugares. E incluso otros deseos como el deseo de matar que aparece en muchos de sus thrillers. Durante este capítulo no pude alejar de mi mente la película de Almodóvar "La ley del deseo". 
En el capítulo "Soledad" recuerda escenas en las que el personaje se siente solo o deambula solo, como el personaje de James Stewart, confinado en su silla de ruedas, en "La ventana indiscreta", película casi paradigmática que sirve para analizar cómo el "pasatiempo" del personaje sirve para evadirse de sus problemas personales, para analizar como el personaje de Grace Kelly intenta seducirle pero él solo se siente atraído cuando ella se aventura a entrar en el edificio que están investigando, o para analizar no solo la soledad del protagonista sino también la de una mujer que vive en el edificio que están observando y que tiene la mesa preparada para cenar dos personas pero uno de ellas es una ficción de la mujer, porque no tiene acompañante.
Algunos detalles sobre el paso y la medida "Tiempo" son sorprendentes. Como en una película donde la propia música simula el sonido de un reloj. O cuando en "La soga", James Stewart interroga al joven sospechoso que está sentado ante un piano y Stewart pone en marca un metrónomo. El personaje de Hitchcock nos recuerda que él mismo tenía implantado un marcapasos, dándonos a entender que este hecho influyó en sus escenas relacionadas con el paso y la medida del tiempo.
En el capítulo "Plenitud" se analiza como para alcanzar la plenitud en sus películas Hitchcock presta mucha atención a detalles como por ejemplo las obras de arte. Hitchcock poseía una buena colección de obras de arte contemporáneo y solía incluirlas en sus películas, además en algunos casos de forma muy estratégica para relacionar el contenido de la pintura con el del guion. A lo largo del documental vemos escenas de muchas películas y en gran parte podemos descubrir obras de Cezanne, de Picasso, de Paul Klee... En este capítulo nos descubre una escena de un sueño con diseño de Dalí y otras escenas con efectos visuales abstractos con luces que recuerdan obras de Kandinsky. También escenografías muy góticas. En este capítulo volví a acordarme de Almodóvar quien también tiene una buena colección de arte contemporáneo y también la expone en sus filmes. También en el capítulo se trata de otros aspectos relacionados con la plenitud, como el hecho de sentirse plenamente satisfecho con algunas escenas concretas. 
También hay detalles curiosos sobre la "Altura", referidos a como se coloca la cámara en el techo o en una noria o en ángulos casi imposibles como en la escena de la la persecución en medio de los maizales en "North by Northwest" ("Con la muerte en los talones"). También referidos al miedo a las alturas en películas como "Vértigo", por ejemplo. En una escena de una película la mujer sube las escaleras de un bloque de varios pisos y la cámara sigue sus pasos como si la estuviéramos viendo la escena desde un ascensor. El personaje de Hitchcock comenta que esto no se puede hacer en el teatro ni en una pintura. Pero esto me recordó un meme visto recientemente en facebook en el que aparece la imagen de un personaje en un ascensor con el texto: "Sigue moviendo la pantalla. Necesito subir, gracias". Desconozco la autoría pero me parece de lo más interesante y artístico que he visto en el formato "meme". Y haced caso, seguid moviendo la pantalla para leer el resto de la reseña.
Y es que a veces una imagen en principio estática puede ponerse en movimiento al interaccionar con la persona observadora, de hecho esto es en principio el cine, una sucesión de imágenes estáticas.
Uno de los aspectos que más me interesó de la película es que descubrí muchos títulos de Hitchcock que desconocía. He visto muchas películas de Hitchcock en la televisión y en la filmoteca, pero habitualmente termino viendo siempre los mismos títulos, los más conocidos, los más promocionados. De hecho ayer mismo había estado volviendo a ver en Telemadrid "Vértigo". Pero en el documental podemos descubrir escenas de sus primeras películas de cine mudo y de películas en blanco y negro que no he visto nunca. De hecho, el mismo narrador nos dice, refiriéndose a una de estas películas, que sólo quienes le hayan seguido mucho habrán visto esa película. Aparte de que nos descubren detalles de sus películas, tanto de contenido como técnicos que suelen pasarnos desapercibidos, aunque las hayamos visto incontables veces. De hecho este documental es para verlo más de una vez. 
Es una película muy recomendable en general, pero sobre todo para quienes hemos disfrutado y disfrutamos con el cine, siempre sorprendente, de Hitchcock.
 

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