RUTA HERNANDIANA

Precisamente después de recordar los versos de "El rayo que no cesa"  en mi poema "Una asociación de personas afectadas" y el assemblage "TVP", he descubierto por casualidad esta ruta en google y me he apuntado. La organiza la Asociación Cultural Hernandianos y la dirige el poeta Aitor Contreras.
Contreras con 43 años, ha publicado tres poemarios: “A vivir se va viviendo” (2017), “Autopsia de un suspiro” (2020) y  "El Arte y la Herida" (2023). Ha desarrollado guiones e interpretaciones de celebrados espectáculos teatrales: "De palo santo y marfil" (2019), "Al compás de los poetas" (2020), y "Por amor al arte" (2022), y una obra de corte más clásico, "Los ingenios del Fénix" (2023). Al margen de múltiples colaboraciones en prensa, crónicas y artículos. También ha publicado relatos cortos junto a otros autores en el libro “Un trayecto una historia” (2020). Por cierto que nos ha anunciado un nuevo espectáculo con poesía, cante y recitado para fin de año.
Y además de poeta es recitador e intérprete, que mucha gente confunde ambos conceptos. Me pasa a menudo que cuando digo que he escrito o publicado un libro de poemas enseguida pretenden que los recite. Y, siempre lo digo, yo soy escribidor de poemas, pero no recitador, hay que tener voz y aptitudes interpretativas para recitar que no tenemos porqué tener quienes escribimos. Pero desde luego Aitor las tiene y en cada recitado hemos aplaudido la actuación. Él nos animaba a que leyéramos los poemas cualquiera del grupo, pero, como le respondió una mujer, es que no lo íbamos a hacer tan bien como él. Considero que esos recitados son una de las razones por las que merece la pena hacer la ruta.
Hemos iniciado la ruta en la plaza de Isabel II donde según íbamos llegando Aitor nos ha entregado un librito con algunos poemas de Hernández y un marcapáginas editados por la Asociación Hernandianos.
Tras una introducción donde nos habló de los años previos a su venida a Madrid, nos hemos trasladado a la Costanilla de los Ángeles, 6, donde se encontraba la pensión donde se alojó por primera vez Miguel Hernández cuando llegó a Madrid. Precisamente ahora están restaurando la fachada y la Asociación ha pedido al ayuntamiento que se instale una placa conmemorativa:
Como el espacio es estrecho en esa calle por donde pasa el tráfico, nos hemos trasladado a la calle de la Priora, entre el restaurante Ópera Victoria y el hotel Ocean Drive, y allí Aitor nos ha recitado el primer poema, "Pastoril", que fue la primera publicación de Hernández en un periódico de Orihuela. También nos ha recitado aquí la elegía a Federico García Lorca.
Caminamos hasta la Caños del Peral, 6, donde estuvo otro de los primeros alojamientos de Hernández. Aquí nos recordó que Hernández se enamoró de Josefina Manresa y Ramón Sijé se enfadó con Hernández por su poemario "El silbo vulnerado" que consideraba demasiado impúdico. Y nos recitó el poema "Imagen de tu huella". También han pedido una placa para esta fachada.
De allí caminamos hasta la cuesta de santo Domingo, y allí,sentados en el parque que hay sobre el aparcamiento nos recitó el poema "Elegía a Ramón Sijé".
De allí nos dirigió hasta la Plaza Conde de Toreno, donde había una cárcel que los fascistas habían ubicado en un antiguo convento. Aquí
fue encarcelado un 3 de diciembre de 1939 tras su paso por la cárcel de Torrijos, donde había escrito para su hijo Manuel las conocidas "Nanas de la cebolla", en realidad el poema no tenía ese título pero se quedó con él. Aitor nos recordó que su abuelo también estuvo en esta cárcel y le contó, siendo él un niño de 7 años, que lo que menos comprendía era el ensañamiento con una persona que no había matado a nadie, ya que solían llevarse de Hernández a declarar y cuando volvía venía sangrando por la boca y lleno de moratones por las torturas de las que era objeto para que confesase crímenes que no había cometido. Esa fue la injusticia fascista durante cuarenta años. Aunque también nos ha contado que en los primeros años en Madrid, durante la II República, cada vez que los guadiaciviles le veían por la calle medio harapiento y sin cédula de identificación, él se identificaba como "poeta", como si eso fuera un salvoconducto, pero por el contrario los guardiaciviles le propinaron varias palizas de muerte. Una de esas palizas fue estando retozando con Maruja Mallo, le dieron una buena paliza y le dijeron que se salvaba porque estaba con una mujer, la organización de artistas y escritores hicieron un comunicado de protesta por este hecho.
Allí, junto al ascensor del metro nos recitó Aitor el poema de las nanas.
Y nos invitó a que entráramos en el portal, para ver el patio interior que se presupone era el patio de la cárcel, a pesar de que al parecer a los residentes no les gusta que desconocidos entren a merodear.
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Esta foto del patio de la cárcel es la que más me ha gustado del paseo por lo que la he enmarcado y firmado:
Descubrir que edificios actualmente de apariencia anodina han sido parte de nuestra Memoria Histórica y, en este caso, parte de la historia de la literatura española y universal, es otra de las razones por las que merece la pena hacer esta ruta hernandiana.
Desde aquí hemos caminado hasta la calle Rodríguez San Pedro, aquí estaba la "Casa de las Flores" donde vivía Pablo Neruda. 
Aquí nos contó Aitor que Vicente Aleixandre solía venir a diario a visitar y cuidar de la hija de Neruda, que sufría hidrocefalia y a quien el padre no le hacía ningún caso. Y se vieron mucho Hernández y Aleixandre. La amistad entre ambos superaba el ámbito literario. Se hacían confidencias, se daban consejos, compartían sus inquietudes. Aleixandre le hablaba sobre su amante, Andrés Acero. Hernández le hablaba de sus dificultades con Josefina y sus escarceos con Maruja Mallo. Y más tarde, cuando los fascistas dieron el golpe de estado, Aleixandre atravesó unos años difíciles en los que su enfermedad le dejó postrado en cama largas temporadas y Hernández cuando fue a Orihuela le trajo de allí un saco de naranjas, se las fue pelando, cortándolas y dándoselas. 
Aitor nos contó que hay un mito sobre que Hernández era homófobo pero este trato con Aleixandre lo desmiente. La razón por la que se le considera homófobo fue unos exabruptos que le dijo a Luis Cernuda cuando, en pleno conflicto, tras volver de estar cavando unas trincheras en el Parque del Oeste, se encontró a Cernuda vestido de Arlequín y una serie de amigos en una fiesta de disfraces, Hernández se enfadó porque no podía creer ese comportamiento con lo que estaba sucediendo y les gritó que allí solo había "putas, hijos de puta y maricones". Se dice que María Teresa León de dio un buen puñetazo. 
Aunque no tengo nada claro que el hecho tan común de "tener un amigo marica" exima de ser homófobo, la verdad es que conocer y reconocer estos detalles de la vida de Miguel Hernández son un importante aliciente para recomendar la ruta. 
Esta casa fue bombardeada y Pablo Neruda cuando un día llegó a la casa y la vio destruida decidió exiliarse sin llevarse nada, ni un libro. .Frente a la Casa de las Flores, Aitor nos recitó "El niño yuntero".
Y nos dirigimos hacia el parque del Oeste. A mitad de camino del Paseo Ruperto Chapí, frente al faro de la Moncloa, hemos hecho la penúltima parada, más o menos por esta altura estaba Hernández cavando las trincheras cuando el incidente con Cernuda y la fiesta de disfraces. Y aquí Aitor nos ha recitado "Vientos del pueblo".
Y hemos terminado la ruta hernandiana en el monumento a Miguel Hernández, ya cerca de la confluencia del paseo Ruperto Chapí con el paseo de Camoens. Este monumento ya lo he fotografiado otras veces paseando por este parque con Hilario, y aunque es verdad que, como dijo Aitor, parece un templo de sacrificios, la verdad es que a mí me gusta por lo conceptual y post masónico, por sus prismas y su pirámide. El monumento se erigió en 1985, en tiempos del alcalde Enrique Tierno Galván, a iniciativa de la asociación de Ex-presos Represariados Políticos, como reivindicación de los poetas víctimas del golpismo y la dictadura fascista. Los autores fueron el arquitecto Enrique Domínguez Uceta, y el escultor Miguel Ángel López Calleja. 
Domínguez Uceta (Madrid, 1958) realiza una amplia labor de difusión y defensa del patrimonio arquitectónico como Patrono de la Fundación Cultural COAM y como miembro de la Comisión para la Difusión Social de la Arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Ha recibido numerosos premios que reconocen su labor en la difusión de la arquitectura y el patrimonio cultural, destacar el premio Nacional de Turismo Vega-Inclàn y la Medalla al Mérito Turístico, y los premios por la difusión de la arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), del Ayuntamiento de Madrid, Ciudad de Cuenca, y del Patronato de Turismo de Madrid.
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Miguel Ángel López Calleja (Sepúlveda 1946, Madrid 2022) puso su impronta en la primera restauración del Parque del Capricho en el palacio del Duque de Osuna. Cincelador de monumentos, lápidas, estelas y otras epigrafías en la capital y mayormente en pueblos de la Sierra Norte madrileña, son dignos de mención, además del monumento al poeta Miguel Hernández, la lápida recordatoria, en la calle de Claudio Coello, 91, de la casa que habitó Camilo José Cela; los medallones con figuras de nuestra dramaturgia en frisos del Teatro Español, su contribución al ornato de El Retiro, y un sinfín de componentes repuestos o remozados en iglesias del Madrid antiguo.
Aquí ha terminado la ruta hernandiana y nos hemos hecho una foto de grupo que Aitor ha publicado en "X":
Una última razón por la que ha merecido la pena y para recomendar la ruta hernandiana es la visita a este monumento, que, como digo, a mí sí me gusta. Gracias Aitor y gracias Asociación Hernandianos.

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