SOBRE MUJERES Y ALGÚN FRANQUISTA

He estado leyendo el segundo libro que nos regalaron en la presentación del VII Premio de Relato de la Fundación Fomento Hispania. Se trata de los relatos ganadores y finalistas de las tres primeras ediciones de este premio, tras las tres ediciones de los premios para mujeres cumpliendo penas privativas de libertad.
El libro comienza con los relatos de la tercera edición, de 2019. De esa edición prácticamente ninguno me ha resultado especialmente interesante. El único que me ha removido un poco las entrañas ha sido el que obtuvo el primer premio, "La calle perdida", de Pedro Gascón. Y es que la verdad es que no sé si pretende ser una apología o una denuncia de la impunidad franquista. Habla de un barrio de mujeres enviudadas durante el golpe de estado y la guerra fascista contra la II República. Viudas de los golpistas junto a viudas de las víctimas, que supuestamente se llevan muy bien a cambio de no hablar de lo que les ha pasado, aunque en realidad todas saben todo de las otras: "a la del primer número par le fusilaron a su padre después de la guerra; la del segundo impar perdió a su hermano en la División Azul" (página 17). Me da la impresión de que el narrador tal vez quiera olvidar que quienes se alistaron a la División Azul para poyar el nazismo en Europa fueron los mismos golpistas que previamente habían asesinado a los demócratas en España. Me parece excesivamente cruel unir a víctimas y victimarios en la misma frase.
Si hay un detalle que me ha mosqueado más ha sido las calificaciones del maestro y el concejal: "la del número 8 era hija del maestro socialista y la del 9 del concejal falangista" (página 17). Calificar de "socialistas" a las maestras y maestros es precisamente lo que hacían los curas fascistas para justificar sus asesinatos. Las maestras y maestros de la II República trabajaron para acabar, o al menos minimizar, el endémico analfabetismo de la mayoría de la población española, sin distinciones de ideología, aunque evidentemente eran las hijas e hijos de la clase obrera quienes menos oportunidades tenían de acceder a la formación. Y se guiaban por los avances científicos de la pedagogía en Europa, avances basados en el paidocentrismo y en las técnicas de las pedagogas y los pedagogos que aún hoy en día seguimos considerando más idóneos y más innovadores y más efectivos, como Montessori, Freinet o Froebel. Las maestras y maestros fueron asesinados por tener en sus aulas, por ejemplo, una imprenta. No por su afiliación o haber votado a uno u otro partido. Concretamente el maestro de mi pueblo era de derechas y católico, pero le asesinaron por tener una imprenta Freinet en el aula. Por eso esa calificación de "maestro socialista" me parece muy propia de un escritor franquista. Y ya lo del "concejal falangista" nos recuerda que la mayoría de las y los concejales antes del golpe de estado eran de izquierdas, por lo tanto ese personaje en realidad es un golpista que estaba ocupando ilegalmente el cargo de concejal, tras haber asesinado a los verdaderos concejales elegidos democráticamente.
El relato termina con todas las ancianas muertas sin haberse juzgado los crímenes ni haberse realizado ningún tipo de reparación. Por eso no me queda claro si es una apología de la impunidad o una denuncia de como están muriéndose los familiares de las personas asesinadas sin haber recibido justicia democrática y como están muriendo en sus cómodas camas los asesinos sin haber sido juzgados. Y un relato con valores tan ambiguos fue el que recibió el primer premio del certamen. Muy sospechoso.
El libro sigue con con relatos de la segunda edición del certamen, los del año 2018. Ahí sí que he encontrado ya algunos textos con más interés. 
He encontrado algunas figuras literarias que me han gustado: "las últimas aventuras de los hijos de la vecina que eran dos y sin embargo impares" ("Abolición de la inercia", de Enrique Rey, página 65)
Y textos con temáticas internacionalistas, como el de Juncal Baeza, "Vas a ser tú" sobre el grupo terrorista fascista Mara Salvatrucha en El Salvador, donde se hace referencia al movimiento democrático "Frente Farabundo Martí": "Es valiente la niña. Lleva en la piel los mordiscos de sus antepasados del Frente Farabundo Martí, así que ha debido de heredar el alma de guerrillera" (página 73). Una historia sobre una violación pero en un contexto de violencia fascista que me ha recordado las violaciones en España de mujeres republicanas a manos de falangistas en medio de la cruzada de la santa madre iglesia. 
También me ha gustado el de José Luis Castro, "La quimera del oro", una denuncia de los matrimonios que siguen perpetrándose en determinados países, convenidos por las familias, entre niñas con hombres adultos: "debe intentar dejar de llamarlo "papá", porque, como es tan mayor, a la niña se le escapa "papá" sin darse cuenta. Debe llamarlo marido" (página 79). Pero además con una muy poética referencia a la película de Chaplin "La quimera del oro". Aunque me mosquea que se presente como supuestos salvadores a "unos misioneros vinieron cargados de aparatos" (página 80). No me parece muy real pretender acabar con una tradición religiosa con misiones de otra confesión religiosa. En realidad hay muchas más organizaciones laicas, políticas, sociales, librepensadoras, feministas, antimilitaristas y/o culturales, que religiosas trabajando por el fin de los matrimonios infantiles, desde Amnistía Internacional hasta la misma ONU.
Por último destaco la narración de Carmen del Valle, "Corre, Mari, corre", por dos puntos (seguidos). Por un lado la referencia al veganismo: "Anoto y me reenvío cinco recetas nuevas de arroz, garbanzos o ensalada vegana" (página 81). No s fácil encontrar este tipo de referencias en publicaciones literarias. Y continúa el párrafo con una costumbre que comparto, la de escribir reseñas de los libros que leo (obras de teatro, películas, conciertos, exposiciones, ferias a las que asisto) y publicarlas en redes: "Localizo la última foto del libro leído, escribo una reseña exprés y comparto" (página 81). Aunque yo no lo hago nada "exprés" sino de forma concienzuda, documentándome, reflexionando y expresando mis opiniones, gustos y/o repulsas.
Quizás sea la última parte del libro la que más me ha interesado, la dedicada a los relatos del certamen del año 2017.
Hay un par de textos sobre lesbianismo. En realidad ya encontré una pequeña referencia en uno de los del año 2018: "Mujeres. Las había por todas partes. Paseando con sus hijos, con sus novios y sus novias" ("La libertad era esto", de Noemi Portela, página 46).
Pero la relación lésbica está más desarrollada en el poético "Hacerse preguntas", de José Manuel Garrido, que trata de una mujer (sin nombre, podría ser cualquier mujer) que ha sido abandonada por su pareja, Virginia, al parecer por otra mujer, Lily. "Es Lily quien llama. Lily es una recién llegada... Virginia me deja frases breves anotadas en tarjetas de visita... Espérame, le oí decir desde el baño, y me quedé dormida" (página 96).
Y también está desarrollada en "Sopla las velas", de Joaquín Pretel.Una fantasía de una anciana moribunda con una joven voluntaria: "nos imagino (o nos recuerdo) a las dos retozando, preciosas, con la piel tersa, haciendo el amor durante horas frente a un espejo" (página 103).
También hay narraciones internacionalistas y con temática sociopolítica, como "Ahora que ha parado el viento", de Gonzalo Gómez. Trata de una mujer ecuatoriana que tras ser desahuciada en España viaja a Francia para la regida de fruta y es explotada junto a muchas otras mujeres, viviendo en condiciones infrahumanas. Una denuncia del capitalismo salvaje europeo: "Me instalé en un contenedor con cinco mujeres. No hay ventanas. hay cucarachas. Las paredes tienen humedad. los colchones están meados" (página 92). Lo más emocionante es la descripción del desahucio: "El día llegó. El portal del edificio se llenó de gente. Nos encerramos en casa. Mi hija lloraba; yo, también. Llegaron varios furgones de policía. Los vecinos miraban. La policía cortó la calle. Hubo forcejeos, gritos, golpes... La policía se cansó. Negociamos una prórroga" (página 92). 
Y luego también destaco otros tres relatos muy curiosos y diferentes. "Hatshepsut", de Enrique Trenado, una especie de cuento de terror. "Primera mujer", de Carlos Andrés Fabbri, una leyenda con base histórica. Y "Sundae", de Esperanza Manzanera, una trágica distopía futurista.
En general me está gustando leer estos libros, aunque en cualquier caso no acabo de ver claro la necesidad de unos certámenes de relatos "sobre mujeres" donde básicamente se habla de los asuntos que supuestamente más les interesan a las mujeres, como en el consultorio de Elena Francis. Y está bien que se escriba y denuncien abusos, violaciones, maltratos o se hable de la vida íntima, los miedos, las harturas o la sororidad entre las mujeres, pero vaya que relatos "sobre mujeres" también podrían incluir otros temas que también les interesan a las mujeres como la física cuántica, la gestión de empresas, la lucha de clases, las guerras endémicas en el mundo, la expansión del universo, las investigaciones y sus recursos contra las pandemias, la biodiversidad, la inteligencia artificial, la historia del arte y/o el resto de historias que conforman la sociedad actual y futura.
Ahora empezaré con el tercer libro dedicado a los certámenes de 2022, 2021 y 2020.

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