EL BUSCÓN ANTONIO CAMPOS EN EL AUDITORIO LÁZARO GALDIANO

 

El sábado 16 de diciembre estuvimos en el auditorio del Museo Lázaro Galdiano viendo la representación de El Buscón, interpretada por Antonio Campos.

Es la primera vez que estábamos en este espacio escénico que, por su escenario, parece más ajustado para conciertos que para teatro.

Aunque llegamos pronto, cómo no habían abierto la puerta y no había cola de personas esperando entrar, decidimos tomar una copa en un bar cercano. Cuando volvimos ya estaba bastante lleno el teatro, pero pudimos sentarnos en la fila 7, de 17 filas que tiene el auditorio. Esa es mi fila favorita para el cine, pero no para el teatro, prefiero estar en las primeras filas porque no tenemos buen oído. Y en cuanto empezaron a anunciar por megafonía que en tres minutos iba a dar comienzo la representación, ya me di cuenta de que el sonido no era bueno, los dos bafles son demasiado pequeños y se oía muy bajo.

Y fue una pena, porque el actor es muy bueno. Se trata de un monólogo en el que interpreta a un montón de personajes del libro de Quevedo, con multitud de voces dialogando entre sí, cambios constantes de expresiones faciales, amplios movimientos incluidos peleas con espada, incluso con lo que él mismo denomina como “efectos especiales”, efectos con movimientos, gestos y sonidos puramente corporales. Una hora y cuarto desmenuzando el libro e introduciendo chascarrillos de actualidad sociopolítica y mucha ruptura de la cuarta pared para acercarse al público incluso para contarnos su experiencias en otros escenarios. En definitiva, que me pareció muy bueno. Al salir le dije a Hilario que su interpretación me había recordado mucho a Rafael Álvarez “El Brujo”, por muchas de las gestualizaciones y vocalizaciones, y, desde luego por el repertorio de teatro clásico. Pero desgraciadamente no nos enteramos de casi la mitad del texto por la mala acústica del local. Algunos chascarrillos sólo provocaban las risas de las personas que estaban en las tres primeras filas, el resto nos quedábamos sin saber de qué iba el chiste. Lo mejor fue el momento en que canta una breve copla. Desde luego es un hombre con muchos y muy buenos registros.

No conocía a este actor, aunque después de investigar un poco en las redes tengo la impresión de sí haberle visto en alguna serie de televisión.

En la web de la Fundación Secretariado Gitano lo reivindican como actor gitano, en una entrada de 2019 donde anunciaban que había sido nominado como mejor actor protagonista en los premios Max por su representación de El Lazarillo de Tormes. Y donde se destaca que “Según Antonio Campos, representar El Lazarillo de Tormes, le ha sido más fácil de lo que esperaba, porque ha tenido en cuenta la memoria del pueblo gitano, agarrándose a sus ancestros, que le han evocado esa lucha por demostrar la honradez que nace del corazón”.

Respecto a su trayectoria artística he encontrado esta referencia en la web de la Academia de las Artes Escénicas, donde, entre otras cosas, se corrobora mi comparación inicial de su trabajo escénico con el de El Brujo:

“Actor, dramaturgo, productor y gestor cultural, ha establecido un estilo propio de interpretación solista a partir del director Lluís Elías. Elías Fue ayudante de dirección de la compañía Els Joglars durante casi dos décadas. Gracias a su productora Albacity Corporation fundada junto a Carlos García y la gestión cultural, ha podido compartir amistad con Félix Grande o Luis Alberto de Cuenca, pasando por Guillermo Cabrera Infante, Ana Maria Matute, Antonio Gala o Fernando Arrabal a través de cursos, conferencias o ciclos literarios bajo el marco de la revista literaria BARCAROLA y los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. Ha elaborado una gran cantidad de montajes, de los cuales cinco de ellos están en repertorio siguiendo la estela interpretativa de su referente, Rafael Álvarez, El Brujo. Desde el 2020, es el director artístico de la Feria de Artes Escénicas y Música de Castilla-La Mancha”.

Descubrí este evento a través de facebook, donde el actor tiene perfil en el que se detalla mucho más su trayectoria profesional desde que a los 17 años da por finalizados sus estudios de bachiller y decide colgar el álgebra y las ciencias naturales para ganarse la vida trabajando como albañil, hasta su salto a Madrid, la fundación de la productora  Albacity Corporation, sus apariciones en cine y televisión y su formación con Lluis Elías de Els Joglars. Por cierto que en su perfil he encontrado un video de cuando estuvo en Montijo representando el Lazarillo y el Cid, en julio de 2022.

Como digo, una pena que un gran actor, con tantos recursos y tanta profesionalidad no hayamos podido disfrutarlo por las condiciones sonoras del local ajenas a su voluntad.

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