OCHO APELLIDOS MARROQUÍS, COMO PREÁMBULO A MI CIRCUITO POR MARRUECOS

El viernes 1 de diciembre estuve en los cines Princesa deleitándome con esta película dirigida por Álvaro Fernández Armero, con guion de Daniel Castro y protagonizada por Julián López, Michelle Jenner, Elena Irueta y María Ramos Mouhoub. Rodada entre Essaouira y  San Vicente de la Barquera.
Debo empezar aclarando que a mí sí me ha gustado, me ha divertido, la considero antirracista e incluso me ha parecido política. 
Sin embargo la mayoría de las críticas de personas profesionales concluyen que es una mala película. Supongo que como todo producto relacionado con el mundo del arte, todo es relativo. La menos negativa es la de Fran Chico en  "Fotogramas", destaco solo uno de sus primeros párrafos: "la verdadera estrella es una Elena Irureta absolutamente hilarante. Su mezcla de inocencia ignorante y soberbia pudiente es, al mismo tiempo, divertidísima y el preocupante reflejo de unos cuantos personajes de las 'altas esferas' mediáticas que seguro que te vendrán a la mente. María Ramos, por su parte, se encarga de la parcela romántica sin renunciar al humor y a la réplica reivindicativa, convirtiéndose en el pilar imprescindible para que todo fluya sin estridencias". Estoy completamente de acuerdo en que Elena Irueta es la mejor de la película, aunque me han gustado todas las actrices y actores, incluidos los secundarios marroquís. A Julián López ya lo había visto en varias películas, pero donde más le recuerdo es protagonizando, también con mucho humor, "Operación Camarón", dirigida en 2021 por Carlos Therón. Por cierto que es maestro, se licenció en Magisterio especializado en Educación Musical por la Universidad de Castilla-La Mancha. Michelle Jenner también borda el papel histriónico, me ha recordado a la magnífica Miren Ibargurenen en su papel de Soraya de "Aida". Y desde luego me ha parecido brillante María Ramos Mouhoub, que como indica la hoja de sala, "es una actriz que debuta en el cine con esta película", aunque ha actuado en varias series de televisión. 
Y quería quedarme con María, actriz sevillana de origen marroquí. Porque la otra crítica profesional menos negativa es la de Laura Casielles, en La Marea. Una crítica que comienza confesando que "Di un primer suspiro de alivio al constatar, ya desde el arranque de la trama, que la cosa no iba a ir de reírse de los moros –en este país nunca se sabe–, sino más bien de quienes siguen llamando así en 2023 a un amplio espectro de gente a la que conciben, sobre todo, como alguien que no se les parece". Pero Casielles hace una crítica muy política, al constatar como el racismo que se pretende criticar en la película al final también se patentiza en algunos detalles del guion, e incluso en el hecho de que el segundo apellido de María Ramos Mouhoub no aparezca en los carteles. De hecho creo que tampoco lo vi en los títulos de crédito y es verdad que me chocó porque sí lo había leído previamente en la hoja de sala. 
En la crítica de Casielles se lamenta de que el guion no haya ahondado en el racismo que puede impregnar sin darnos cuenta a casi toda la sociedad y que se haya quedado en la superficie de una parte de la sociedad perteneciente a una ideología que ni siquiera se nombra. Bueno, yo considero que la película es política pero que no pretende hacer política sino humor. El hecho de que se hiperbolicen las reacciones de todo el pasaje del avión o de todas las personas viandantes es un recurso humorístico. Claro que todas podemos tener algo de racistas, pero no lo expresamos tan exageradamente. 
La semana que viene aprovechando el puente de la constitución voy a hacer un circuito por Marruecos y he querido que esta película fuera una reintroducción en este país. Reintroducción porque ya estuve en 2001, con Manolo, recorriéndonos el país desde el norte hasta Ouarzazate con mi coche Seat Ibiza, desde Madrid,cruzando por Ceuta. Y debo reconocer que yo mismo sentí algunos de los miedos, tópicos y prejuicios de los que se burlan en la película. Por eso creo que no se queda tan en la superficie, al final nos reímos también de nuestro propio racismo. Y es que a eso había ido al cine. Por cierto, el hecho de que al hacerme el selfi con el cartel de la película haya tapado casualmente a María, no ha sido ni intencionado, ni deseado, ni ninguna forma de racismo interiorizado. Que conste.
Una de las frases o ideas (porque no lo voy a poder transcribir literalmente) que mas me ha gustado es cuando la protagonista marroquí es interrogada por la policía y ella para defender su matrimonio dice de su marido que le ha visto hacer cosas increíbles por una mujer, que se ha prestado a hacer el ridículo delante de todo el mundo e incluso se ha subido a una patera. Ese es el espíritu que yo he visto en el guion de la película. Hacer el ridículo es tomarse la vida a broma, tomarse el guion a broma. Es una película de humor. 
No puedo terminar sin destacar la llegada en patera  a las costas gaditanas con la canción "Clandestino" de Manu Chao. Porque insisto, también hay política.  
La recomiendo. Y recomiendo que si vais a verla no os riais sólo de los personajes grotescos de la película sino mismamente de vosotras y vosotros.

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