EL ENIGMA MASÓN

Empiezo esta entrada aclarando que no soy crítico literario ni siquiera lector de novelas. Me intereso y valoro más otros estilos literarios como el cine, el teatro, la ópera y sobre todo la poesía. Además de otras expresiones culturales como el arte o la música. Si voy a publicar mi opinión sobre esta novela no es para que sea tenida como la crítica de una persona experta en literatura o en novelística sino porque este blog es desde su inicio mi diario de bitácora. Hace unos días vi en la página de facebook de Verónica Caballero Sánchez que nos permitía descargar su libro “El enigma masón” de manera completamente gratuita. Lo promocionaba como una historia en la que estaban implicadas la masonería, Goya y una historiadora Asperger. Me pareció que podía ser interesante, lo descargué y lo he estado leyendo.
En general podría resumirse como un “Código Da Vinci” a la española. A lo largo de la novela se va dando mucha información sobre la historia de la masonería y sus posibles antecedentes como la orden de los Templarios y la Alquimia. A la vez, como la principal protagonista es una persona Asperger, nos van dando información sobre la forma cómo ven el mundo, cómo piensan y actúan estas personas y cómo debemos tratarlas. En ambos casos, las personas Asperger y la masonería, se pretende dar imágenes positivas, libres de estereotipos y prejuicios. En este sentido me ha gustado la lectura. Porque he tratado con alumnado del espectro autista y tengo especialmente un amigo Asperger en mi pueblo natal, Montijo, con el que a fuerza de tratarlo y seguirlo en redes he podido constatar las cualidades y capacidades especiales de este tipo de personas. Y porque, tal vez como la protagonista del libro y es de suponer que la propia escritora, siempre me ha interesado el tema de la masonería. En el texto se muestran algunos aspectos relacionados sobre todo con la historia, la simbología y las personalidades ilustres, pero en realidad no se adentra en los rituales y objetivos programáticos de la organización, más allá de un genérica pretensión de mejorar la sociedad, pretensión tan genérica que puede ser compartida con cualquier otra asociación filantrópica, partido político, sindicato, ONG y hasta Centro Social Autogestionado. O sea que no se descubre nada sobre la organización que no podamos previamente encontrar brujuleando por la web. El presunto “enigma” masón no se desvela ni por asomo (siento tener que hacer este spoiler). Y en ese sentido tal vez sea algo frustrante.
En cualquier caso es una novela con un argumento interesante pero con deficiencias literarias, voy a exponer solo algunas que he ido apuntando a lo largo de la lectura.
Para empezar me parece muy dudoso el móvil de los asesinatos, que a una persona le expulsen de un colectivo, en este caso la masonería, no parece un móvil tan grave como para asesinar nada menos que a cinco personas. Muy exagerado.
Me llamó mucho la atención la estridente falta de atención al caso del suicida. Ni se investiga ni siquiera se menciona la manera como supuestamente una persona puede ser obligada a suicidarse lanzándose a las vías del metro cuando va a pasar el tren ¿Fue drogada? ¿hipnosis? ¿la estaban apuntando con un arma?, en este último caso lo lógico habría sido dejarse disparar antes que lanzarse a una muerte con descuartizamiento.
Hay sospechas que se expresan pero que no se llegan a confirmar ni desmentir, como que la persona asesina no podría actuar en solitario, que podría tener cómplices dentro de la organización. Cabos sueltos que desconciertan y dejan muy incompleta la novela.
Hay curiosamente un personaje que se descarta inmediatamente como sospecho pero cuya declaración tan poco creíble le hace ser el principal sospechoso para mí. Se trata de Nicolás, compañero de trabajo del primer asesinado (esto no es spoiler, no es el asesino). Una persona que por su ocupación se presupone que tiene estudios universitarios no puede decir que no ha oído hablar nunca de la masonería. Solo esto sería suficiente para sospechar que miente. De hecho en otro punto de la novela se dice que el asesino debe ser un mentiroso y volví a acordarme de este personaje. Transcribo la increíble declaración:
"—¿Roberto era masón? —susurró Jesús.
Nicolás frunció el entrecejo con gesto de incredulidad.
—Disculpadme, pero ¿qué es eso? ¿Es una especie de secta o algo así?
—No, es una organización que busca el crecimiento de la persona —contestó orgulloso Jesús.
—Lo siento, pero no conozco nada que tenga que ver con lo que me estáis preguntando. No creo que Roberto fuera masón, sinceramente. No le veo perteneciendo a una secta o lo que sea eso.
—¿Estás seguro de que no sabes nada? Siendo su mano derecha es raro que nunca te hubiera comentado la relación con la logia.
—Estoy seguro. Si Roberto me hubiera hablado de ello alguna vez, me acordaría.
—Creemos que la muerte está relacionada con la organización.
—Tendréis pistas para deducir algo así, pero ya os digo que no tengo ni idea. Trabajaba con él desde hacía años, pero me temo que no os puedo ayudar.
—¿No teníais relación fuera del trabajo? ¿Relación de amistad?
—Éramos amigos, o eso creía yo. Pero nunca me habló de que perteneciera a la masonería.
—Intenta recordar, ya que creemos firmemente en la relación entre la muerte y la masonería. Es extraño que, si erais grandes amigos, no conocieras esa parte de la vida de tu jefe.
—Ya os digo que éramos amigos, pero no tengo ni idea. Además, si es una organización que ayuda al individuo, no veo relación, la verdad.
—No te podemos dar detalles de la escena del crimen —argumentó Carlos—, pero las pistas son bastante obvias.
—Comprendo —afirmó pensativo Nicolás—. Pensaré en lo que me habéis dicho, pero me temo que, si veis la relación tan clara, no os voy a ser de gran ayuda en la investigación.
—¿Crees que alguien del trabajo podría ser masón?
—Ya les digo que me acabo de enterar de la existencia de esa organización". (Páginas 160- 162, los subrayados son siempre míos)
Precisamente hay un párrafo más adelante  donde se presume que el tema de la masonería es de interés general para la ciudadanía:
"El tema de la masonería y la orden templaria había sido siempre de interés general por la sociedad en su conjunto" (página 234)
Y entre las pistas que Roberto dejó en el libro El Principito estaba precisamente que el asesino es un perfecto mentiroso:
"—Sí, y creo que Roberto nos quiere decir que nos mentirá. Hagamos caso a las pruebas, no a los testimonios. El asesino es un perfecto mentiroso —terminó de decir Clara" (página 347)
Luego hay extraños olvidos en la línea narrativa. Por ejemplo cuando los agentes de la científica aseguran que la muerte ha debido ser por picadura de abeja y sin embargo después se extrañan todos de que el resultado de la autopsia sea que la muerte fue por picadura de abeja, solo a la protagonista Asperger le parece lógicamente obvio, voy a rescatar el incoherente texto:
"—Hacía muchos años que no veíamos nada así. Aunque yo creo que la muerte no ha sido porque lo haya decapitado —dijo de repente uno de los agentes, sin dejar de hacer fotografías.
—¿No? —dijo Carlos—. ¿Entonces?
—Bueno, veréis —dijo dejando la cámara en el suelo y levantándose—: por las picaduras que hay en la cara —Señaló varias de ellas—, me atrevo a decir que ha sido por picaduras de abejas.
—¿Estás seguro? —preguntó Vivian con los ojos bien abiertos y echando la cabeza hacia delante.
—No puedo estar seguro sin las pruebas pertinentes, pero lo estoy al ochenta por ciento. ¿Tú qué dices? —preguntó al compañero de la científica.
—Uf, yo también estoy igual de convencido que tú. —Asintió" (página 50)
"Vivian detectó de manera rápida que algo había pasado. Tanto Carlos como Jesús estaban cabizbajos leyendo en el despacho del comisario. «Espero que no sea otro asesinato». Aceleró el paso, dejando a Clara unos metros atrás. No dejaba de observar, con sucesivas muecas, las fotografías de la casa de Roberto. Llamó a la puerta del despacho, aunque ya la habían visto por los cristales. Los agentes llamaban «la pecera» al despacho de Carlos, ya que estaba formado íntegramente por cristal.
—¿Qué ha pasado? —dijo exaltada Vivian.
—Tenemos los informes de la muerte de Roberto —aclaró Carlos.
Vivian miró a Jesús.
Es mejor que lo leas tú misma —dijo Jesús mientras le daba los papeles a Vivian.
—Está bien.
La agente comenzó a leer mientras se sentaba en el sofá del despacho, al lado de Jesús. El comisario comenzó a bajar los estores, no quería que los demás agentes observaran lo que ocurría. La noticia del asesinato estaba en los medios, sabía que alguien la habría filtrado. Siempre era la Policía, pero el comisario, ante la falta de pruebas, no podría conocer la identidad del soplón. Ahora tenía un asesino suelto al que tenía que dar caza. Al menos, tomaría medidas para que no llegaran más datos a los medios de comunicación.
Vivian terminó de leer el informe, Clara apareció por la puerta y, sin decir palabra, se sentó en la silla enfrente de Carlos. Dedicó una mirada de soslayo a Jesús, que no dejaba de mirarla, porque ni siquiera había dicho nada al entrar.
—Hola, Clara, ¿eh?
—Hola, Jesús, ¿qué tal?
—Muy bien. Intenta saludar al entrar. No cuesta nada y es fácil de recordar  respondió molesto.
—Vale, perdona. No me di cuenta.
Carlos apaciguó el carácter de Jesús con un ligero movimiento de mano que Clara no vio.
—Perdona, Clara. Acaba de llegar el informe de Roberto. Son los papeles que está leyendo Vivian.
—No me digas. ¿Cuál es la causa de la muerte?
Adivina.
—¿Picadura de abeja?
Vivian dejó de leer el informe. Carlos y Jesús se miraron para observar a Clara de manera seguida con expresión de asombro y sorpresa. —¿Cómo lo has sabido?
—No lo sabía, pero me lo he imaginado. Además, ante tu pregunta, me he supuesto que sería obvio —respondió Clara sin dejar de mirar las fotos" (páginas 187- 189)
Los subrayados son míos para enfatizar la incoherente reacción del equipo ante algo que ya se les había predicho 130 páginas antes, parece como si la escritora hubiera tenido un lapsus en la línea argumental.
Otro olvido lo he detectado cuando después de que el Maestre les había enviado la lista de sospechosos de repente más de cien páginas más adelante se dice que aún no la han enviado.
Habla Carlos por teléfono a Vivian:
"—Se me están acabando las ideas. Estoy agotado. Tenemos la lista, pero para nosotros son solo nombres y apellidos" (página 335)
Más adelante habla Raúl dirigiéndose a Carlos:
"—Claro, jefe. Además, piensa que el gran maestre, para estar en peligro, no se ha preocupado por un momento de pasarnos la lista de sospechosos de la logia. Si yo fuera él, sería lo primero que hubiera hecho, ¿no te parece?" (página 443)
En cuanto al propio estilo de escritura, hay algunas expresiones,  párrafos y diálogos confusos, farragosos o sin mucho sentido.
Me pareció farragoso por ejemplo el párrafo del Abejero:
"—Por favor, Jesús, da una vuelta para comprobar las instalaciones por fuera, y que no se escape ninguna pista. Algo hay que encontrar. La persona que trajo el cuerpo lo haría de alguna manera, tiene que haber dejado alguna pista por algún sitio. Necesitamos algo —murmuró Carlos entre dientes.
—De acuerdo. Estaré atento y miraré con atención. (Innecesaria y antiestética redundancia)
—Jesús, por favor, no pierdas detalle. El asesino realizó aquí el crimen, o bien lo mató en otro lugar y después trajo el cuerpo. Lo que quiero decir es que, en cualquiera de los casos, ha entrado a la finca de alguna manera y por cojones ha tenido que dejar algún rastro —dijo Carlos mirando fijamente a Jesús en la entrada del Abejero.
—No te preocupes, Carlos, estaré atento a todo. Espero encontrar algo.
—Vamos dentro, pero ahora te ayudamos —confirmó Carlos—. Tenemos que esperar a que venga la científica, pero también revisaremos el exterior contigo.
—Perfecto —respondió Jesús.
—Chicos, tenemos que ayudar a la científica a recopilar las pruebas. Ellos saben lo que tienen que hacer, pero si les ayudamos, ganamos todos. Sobre todo, hay que ser compañero. Somos todos un equipo, si uno de nosotros falla, fallamos todos. Eso no lo olvidéis nunca, ¿de acuerdo? —terminó Carlos.
—Claro, Carlos. Oído —dijo Vivian.
—Venga, entonces vamos dentro, Vivian. Tú, Jesús, vete fuera y mira a ver qué encuentras. Entra ahora. Estoy pensando que es mejor que veas también la escena con detalle, la revisión exterior también la podemos hacer ahora con los agentes de la científica, ¿te parece?
—Vale. Así veo la escena del crimen. Voy fuera —Comenzó a andar" (páginas 39-40)
En fin que al final no me quedó nada claro si Jesús entra, sale, entra y sale, sale y entra, está en el interior o en el exterior o si se pierde en el limbo, tuvo que releerlo varias veces y me quedé igual. 
Es imperdonable el error con el triángulo. En el texto se inserta esta archiconocida imagen:
Y la protagonista dice:
 "—Es un triángulo equilátero. Es un símbolo de la masonería" (página 293)
Evidentemente no hay ningún equilátero en la imagen, es un triángulo escaleno rectángulo, no hace falta haberse iniciado de una logia masónica para saber esto.
También es confuso el párrafo de la conversación que tienen las protagonistas a la salida de la casa de María. Están hablando primero Vivian y Clara, luego interviene María:
"Creo que la identidad de la víctima nos dará nuevas pistas.
—¿Por qué crees eso? —preguntó Vivian mientras María entraba en el coche.
—Ya han matado a los dos eximios maestros. Si no es el gran maestre, ¿entonces quién?
—Al que hayan designado en votación —intervino María.
—¿Qué?
—Lo que habéis oído. Creo que no puede ser de otra manera. O quizá, la persona que, según el asesino, le traicionó —explicó María—. Arranca, vámonos.
Vivian se quedó perpleja. ¿Quién sería el sucesor? Y si era así, ¿cómo sabía que había sido elegido? Las reuniones de la logia eran secretas.
—Un momento, María. ¿Las reuniones son secretas?
—Por supuesto. Solo los hermanos pueden estar presentes.
—Ya sé por dónde vas, Vivian. Tienes razón.
María no entendió la conversación en clave"  (páginas 360- 361, el subrayado es mío)
Mi desconcierto es que ¿cómo no va a entender María si era ella la que estaba conversando? ¿a qué clave se refiere si precisamente María es experta en masonería. Creo que ha habido una confusión con los nombres que descoloca y entorpece la lectura.
Otro error, aunque este de menor importancia, es el que sitúa la calle Desengaño en la zona de Ópera, cuando está al otro lado de la Gran Vía, más cerca de Callao y Chueca que de Ópera.
"—La casa donde se encontraron las pinturas era la Quinta del sordo, pero esa casa está destruida, ya no existe. Entonces, me lleva a pensar que será en la que estuvo más tiempo, que es la que se encuentra en la calle Desengaño 1, en la zona de Ópera" (página 271) 
En definitiva mi impresión general sobre la novela sin ser, como dije al inicio, crítico literario, es que tiene un argumento interesante pero no está suficientemente bien escrita. No me ha gustado la lectura a pesar de estar predispuesto por los elementos sugerentes que la conforman.

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