QUEER, PELÍCULA DE LUCA GUADAGNINO
El viernes 3 de enero asistí a mi primer estreno cinematográfico del nuevo año. Una película dirigida por Luca Guadagnino e interpretada por Daniel Craig basada en la novela "Queer" de William Seward Burroughs.
Se trata de una novela escrita entre 1951 y 1953, aunque no fue publicada hasta 1985. Y la fecha es muy relevante porque con este título se reivindica ya en los años 50s el Orgullo Queer. De hecho en un diálogo el protagonista recuerda que cuando era joven vivió muy traumáticamente su orientación sexual y estuvo incluso al borde del suicidio pero que alguien le animó a vivir su sexualidad abiertamente y con orgullo. Los protagonistas hablan entre ellos utilizando e identificándose con la palabra "queer" que en los subtítulos se traduce como "marica".
La novela y la película tienen mucho de documental autobiográfico sobre la vida de Burroughs. El autor y el personaje son queer aunque Burroughs convivió con una mujer, Joan Vollmer, también escritora, nunca se casaron formalmente pero tuvieron un hijo. Ambos eran adictos a diversas sustancias, anfetaminas, cocaína, heroína... Debido a
cargos de abuso de drogas, distribución de drogas y comportamiento
lascivo, se vieron obligados a mudarse varias veces, primero a New Waverly, Texas, luego a
Nueva Orleans y, finalmente, a Ciudad de México. Es en esta ciudad donde comienza la acción de la película. Aunque en el guion no aparece nunca Vollmer, el joven del que se enamora siempre se acompaña de una mujer con quien parece tener una relación ambigua, no me quedó claro si eran compañeros de trabajo, amantes, o si él era su "gigoló". En cualquier caso se le supone bisexual. Mientras que el mismo protagonista que, como califica la reseña publicada en la web del New York Film Festival y se reproduce en la hoja de sala, es "el alter ego de Burroughs", parece cuestionarse hasta su muerte la orientación sexual. En varias escenas declara que "No soy marica, soy incorpóreo".
En la vida real, en 1951 poco después de su regreso de un viaje a Ecuador con su enamorado,
Burroughs disparó a Vollmer en la cabeza mientras
intentaba apuntar a un vaso que le había pedido que mantuviera en
equilibrio sobre su cabeza durante un acto de William Tell en estado de
ebriedad, al parecer la pareja estaba actuando en una fiesta para beber celebrada en el departamento de un amigo. Como consecuencia Vollmer murió. En la película se reproduce el feminicidio, aunque a quien dispara y muere es a su amante.
El viaje a Ecuador con el joven del que se ha enamorado también se desarrolla en la película se muestra como fueron buscando la droga telepática llamada yagé, La ayahuasca o yagé es una bebida originaria utilizada en la medicina tradicional de pueblos indígenas elaborada con la planta del mismo nombre, pero el consumo de esta bebida genera efectos alucinógenos a causa de la presencia de dimetiltriptamina natural en esta planta. Por cierto que en el contexto de su uso tradicional, y amparándolo en la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, en 2008 el gobierno peruano declaró al uso tradicional del ayahuasca Patrimonio Cultural de la Nación.
El protagonista busca esta droga porque había leído que potenciaba la telepatía, no está refutada esta propiedad. Lo que sí aparece en la película son los efectos alucinógenos.
Aunque toda la película es casi un ficcionado documental biográfico, a lo largo del metraje se van insertando escenas surrealistas, representando los sueños, los estados de embriaguez y los efectos alucinógenos de las drogas que consumen los protagonistas. Algunas imágenes recuerdan obras de Dalí y otros artistas y escritores como el busto de la mujer flotante, el pié con movimiento que recuerda a la famosa mano de Buñuel, la escena en la mira a través de la ventana de la casa de muñecas recuerda a Alicia en el País de las Maravillas. Sabemos que algunas personas del Movimiento Surrealista apoyaban y practicaban el uso de sustancias psicotrópicas para potenciar la expresión del subconsciente, algo que queda bastante bien plasmado en la película. La escena del sexo "incorpóreo" es quizás la más impresionante, sensible y humanista de la película.
Las dos horas y cuarto de metraje contienen, además de las escenas documentales y surrealistas, otros momentos más humorísticos, algunos incluso inquietantes, localizaciones y rituales interculturales, escenas homoeróticas, escenas de amor de refinada sensibilidad, locales de ambiente en el México de los 50s... El detalle quizás más "estadounidense" de la película, aunque también he leído que era una afición desde adolescente de Burroughs, es que el protagonista siempre lleva una pistola al cinto.
El triste final es el de gran parte de personas de la comunidad lgtbiq, bueno y también del resto de personas, la soledad no deseada. Desde luego es una novela muy adelantada a su tiempo por todos los conceptos vitales, sociales y culturales que pone sobre la mesa y la dirección de Luca Guadagnino, que por cierto también es gai, nos lo expone de manera casi didáctica. La sala estaba casi llena y es de las más amplias, una de las de las pasaje que hay entre el edificio principal de los cines y la calle Martín de los Heros, bajo la escultura de Gustavo Torner. Recomiendo verla sin prejuicios (especialmente sobre temas como drogas y armas) y desde luego en versión original intentando poner atención al lenguaje original utilizado y la versión subtitulada.
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