PASEO POR EL MANZANARES AVISTANDO AVES
De vez en cuando Hilario y yo solemos quedar en Príncipe Pío para bajar al Puente del Rey y pasear por la ribera del Manzanares. A veces por puro gusto, a veces con una motivación específica. En este caso el domingo 23 de marzo quisimos comprobar la crecida del río tras las lluvias de las últimas semanas. Y no fuimos las únicas personas que tuvieron esta idea porque en el paseo que solemos hacer desde el Puente del Rey hasta el Puente de los Franceses por la orilla de la calle Aniceto Marinas y vuelta por la orilla de la calle Ribera del Manzanares nos encontramos con multitud de paseantes, familias, parejas, infancias, jóvenes, personas mayores... comentando la crecida del río, la velocidad de la corriente y haciendo fotos y selfies. Desde luego mucha más afluencia de transeúntes que en paseos anteriores.
Y sí que en relación a esos paseos anteriores pudimos comprobar que el río había subido bastante el nivel, sobre todo porque habían desaparecido los islotes con arbustos y las orillas por las que en alguna ocasión llegamos a ver pasear a unas personas para rescatar a un perro. La corriente era vertiginosa y no solo nos sorprendía a las personas sino también a las mismas aves acuáticas. A las gallinetas se las llevaba la corriente y las pobres intentaban remontar con vuelos rasos y cobijarse entre los arbustos. Un grupo de tres ánades se iban dejando llevar por la corriente de espaldas sin percatarse de que se acercaban a las compuertas de una de las presas, cuando rozaron la compuerta se asustaron y alzaron el vuelo desconcertadas. Por cierto que Ecologistas en Acción ha solicitado la eliminación de esas compuertas por seguridad ante crecidas del rio. Ahora vemos que no solo por seguridad por peligro de inundaciones sino también por la seguridad de la fauna del río.
Pero aunque nuestro interés, como el del resto de transeúntes, era en principio ver la crecida del río, en realidad nos solemos interesar más precisamente por las aves acuáticas. Pudimos avistar no solo las usuales gallinetas y ánades sino también cormoranes en los árboles e incluso la gran sorpresa fueron los dos gansos del Nilo.
Esta primera ave de color blanco no llegamos a distinguirla bien e identificarla:
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