FRANCISCO FERRER ¡VIVA LA ESCUELA MODERNA!
El domingo 23 de noviembre, tras comer con varias personas familiares, estuvimos en el Teatro de la Abadía emocionándonos con esta obra de Jean-Claude Idée y protagonizada por Ernesto Arias. Empezaré la reseña compartiendo parte del texto publicado en la web del teatro: "El director La Abadía vuelve a la dirección con Francisco Ferrer. ¡Viva la Escuela Moderna!, un espectáculo sobre el activista político y pedagogo Francisco Ferrer Guardia, condenado a muerte y ejecutado en 1909. El texto del dramaturgo belga Jean-Claude Idée toma como hilo conductor el dudoso proceso judicial que desembocó en pena de muerte. Entre las entrevistas de Ferrer con el juez instructor militar y el abogado de oficio, se intercalan los testimonios de su esposa, que trató de asesinarlo de un disparo, una de sus más motivadas discípulas y su hija menor".
Conocía, por mi profesión y mi interés por la pedagogía contemporánea, la parte ideológica y pedagógica de Ferrer Guardia, y sabía que había sido asesinado por el terrorismo de estado, pero desconocía los pormenores del pseudo- juicio y no sabía nada de su vida afectiva y familiar. La obra condensa en dos horas tanto la vida personal como la política y su obra, y se explaya en aclararnos su ideología. Ideología que pasa de la revolución incluso con medios violentos durante su juventud a la defensa de la noviolencia. Una de las escenas que me emocionó fue la que expresa que era contrario a la violencia porque las libertades hay que alcanzarlas pero también conservarlas. Más que anarquista o republicano la personalidad de Ferrer se nos muestra en la obra como librepensadora. Y me gustó la naturalidad con la que habla de su afiliación a la masonería a pesar de ser declaradamente ateísta.
Otro aspecto que se desarrolla en la obra es la ilegitimidad del pseudo- juicio militarista. La primera protesta de Ferrer Guardia fue que siendo civil no debía ser juzgado por la "justicia" militarista. Me recordó que en mi primer juicio por injurias a los ejércitos lo primero que hizo mi abogado fue pedir que se pasara el juicio a la jurisdicción civil. He estado leyendo recientemente un libro sobre los juicios franquistas a las últimas personas sentenciadas a muerte y ejecutadas por el terrorismo de estado, y en la obra he comprobado que los pseudo- juicios de Ferrer Guardia y los de las personas acusadas durante el franquismo son exactamente iguales: falta de pruebas, falta de testimonios, impedimentos a las defensas... En definitiva la supuesta "justicia militar" en realidad ha sido siempre inexistencia absoluta de tal "justicia".
Aunque lo considero un detalle menos relevante, también desconocía que la cónyuge de Ferrer Guardia le había disparado. En la obra el personaje de la mujer explica las razones y mi conclusión es que, siendo la agresora una mujer, también fue violencia machista (y clasista y política).
Evidentemente se trata de una obra literaria y, aunque basada en hechos reales, hay algunos detalles que nos parecieron poco probable que se ajustaran a la realidad. Me refiero a las actitudes tanto del abogado militar defensor como del capellán. El militar casi termina defendiendo la desobediencia, no sé Rick...
Tuvimos alguna dificultad para oír slgunas palabras, porque estábamos en la fila 7, buena porque para acceder a las primeras filas hay que bajar escaleras pero para nosotros implica un esfuerzo extra de audición. Es verdad que fueron pocas las palabras, poco significativo.
Emocionado y entusiasmado aplauso con casi toda la sala en pié, que, por cierto, tenía lleno absoluto.
Previo a la obra estuvimos visitando la exposición fotográfica ‘El Teatro Independiente: La mirada de Demetrio Enrique Brisset’ en el espacio llamado "El Absidiolo de La Abadía". Una muestra que relaciona al fotógrafo de origen cubano con la escena alternativa de los años 60 y 70 en España. El Centro de Documentación de Artes Escénicas (CDAEM), el Instituto nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) y España en Libertad organizan esta exposición cuyo contexto son las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX. Entonces, los grupos del teatro independiente en España, vinculados entre sí por su frontal rechazo al franquismo y por su cercanía a la escena alternativa internacional, renovaron la escena desde la cultura popular, las aulas universitarias, los circuitos alternativos y la itinerancia como forma de representación. Este fue un teatro audaz que incorporó lenguajes escénicos contemporáneos y sumó nuevos públicos. También me encantó.
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| "La odisea americana", 1977. Gran compañía de espectáculos ibéricos. Badajoz. |
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| "¡Oh, papá, pobre papá, mamá te ha metido en el armario y a mí me da tanta pena!, de Arthur Kopit. Compañía TEI. Madrid, 1974 |
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| "Mambrú se fue a la guerra" de David Rabe. Compañía TEI, Madrid, 1974 |










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