EL BESTIARIO O CORTEJO DE ORFEO

El jueves 15 de febrero compré el mítico (en varios sentidos) libro de Apollinaire (1880- 1918) y he comenzado a leerlo. Está considerado uno de los poetas franceses más importantes del siglo XX. Fue él quien acuñó, por primera vez el término “surrealismo”, incluyéndolo en "Las tetas de Tiresias" (1917), lo explicó así: "Cuando el hombre quiso imitar el andar, creó la rueda, que no se parece en nada a una pierna. Así nació el surrealismo sin saberlo". Su valioso legado literario vivió más tarde en los textos de Paul Éluard o del propio Breton, quien en 1924 dio forma al concepto que había alumbrado. "El Bestiario o Cortejo de Orfeo" fue el primer libro de poemas que publicó en 1911 y el autor lo presentó como un "sencillo divertimento poético". El libro que he adquirido es una publicación bilingüe, francés- español, de Juan Barja (1951- ) editada por Abada (editorial fundada por el propio Barja). Está ilustrado con 30 xilógrafías del pintor Raoul Dufy (1877- 1953). Barja, además de escritor, fue director del Círculo de Bellas Artes durante los años 2004 al 2019. Pero he de denunciar que en este caso no me ha gustado nada la versión de los versos de Apollinaire.
Pero antes de hacer la crítica a Barja quiero comentar el primer poema del libro donde se nombra a Hermes Trimegistos y su obra "Pimandro". En los primeros años que viví en Madrid, solía frecuentar la biblioteca pública José Acuña y allí encontré varios libros de la historiadora Frances Amelia Yates (1899- 1981) sobre Giordano Bruno, el Arte de la Memoria y la tradición Hermética (de Hermes Trimegisto), que me descubrieron la vertiente más mágica de Bruno, pero donde se citaban además gran parte de sus obras. Yo ya había empezado a utilizar el pseudónimo "g. bruno" como homenaje al momento en que fue instado a retractarse de sus ideas heliocentristas y de posibilidad de vida fuera del sistema solar, que eran consideradas herejías, anteponiendo su Conciencia al castigo. Para mí era un referente ideológico, pero tras las lecturas de Yates se convirtió también en un referente del surrealismo que (al menos que yo sepa) nunca ha sido reivindicado por los surrealistas, aunque tengo un regalo a carboncillo de Jorge Kleiman (1934- 2013) que representa la hoguera con la que la curia católica asesinó a Bruno. 
Pero, y entrando ya en la crítica literaria",  este primer poema titulado "Orfeo" reza: "Admirez le pouvoir insigne/ et la noblesse de la ligne:/ elle est la voix que la lumière fit entendre/ et dont parle Hermes Trimégiste en son Pimandre" (Admira el poder (o potencia) de la señal y la nobleza de la línea: es la voz que la luz hizo oír y de la que habla Hermes Trimegisto en su Pimandro). Un poema de gran fuerza y belleza que se pierde en la versión de Barja en la que desaparecen los conceptos de "potencia o poder" e incluye una paráfrasis "Es la voz cuya luz da a ir escuchando" (página 13), que me parece, además de innecesariamente enrevesada, antipoética. Reconozco que al versionar no se pueden mantener la literalidad del original, pero considero que sí se deberían mantener las palabras, imágenes o conceptos más poéticos y bellos. Y, en cualquier caso nunca sacrificaría un concepto poético por una rima forzada.
El poema titulado "El caballo": "Mes durs rêves formels sauront te chevaucher,/ mon destin au char d'or sera ton beau cocher/ qui pour rênes tiendra tendus à frénèsie,/ mes vers, les parangons de toute poésie" (Mis duros sueños formales sabrán cabalgarte, mi destino en el carro de oro será tu hermoso cochero que como riendas mantendrá tensas al frenesí, mis versos, parangón de toda poesía). En la versión de Borja vuelven a desaparecer conceptos tan relevantes como la belleza del cochero o el frenesí de las riendas y confunde tensas con tendidas: "que ha de tener por riendas locamente tendidas" (página 17). 
El poema "La serpiente": "Tu t'acharnes sur la beauté./ Et quelles femmes ont été victimes de ta cruauté! Ève, Eurydice, Cléopâtre; j'en connais encor trois ou quatre" (Persistes (o Insistes) en la belleza. ¡Y cuántas mujeres han sido víctimas de tu crueldad!, Eva, Eurícide, Cleopatra; aún conozco otras tres o cuatro). Creo que la versión cambia el sentido: "Siempre la belleza has perseguido/ como objeto de tu crueldad" (página 21), no veo en el original la relación directa  "perseguir como objeto de la crueldad", sino por un lado la constatación: la insistencia (o si se quiere persecución) de la belleza, y una denuncia, separada por un punto y aparte, de la posible consecuencia. Y no me gusta la utilización de la palabra "Qué", en lugar de "Cuántas": "¡Qué de mujeres tus víctimas han sido!" (ibidem), me parece una expresión menos culta y desde luego nada poética. Tampoco entiendo la necesidad de incluir un (único) gentilicio que no está en el original "la egipcia Cleopatra" (ibidem), cuando es evidente a quien se está refiriendo.
El poema sobre el gato comienza: "Je souhaite dans me maison:/ une femme ayant sa raison," (Deseo en mi casa: una mujer con mente (o raciocinio). Tal vez lo más elegante sería decir "una mujer inteligente", pero la versión dice "que razone, una mujer" (página 23), un innecesario hipérbaton que no está en el original y un concepto pobre de la mujer. 
La segunda parte del poema a la liebre dice: "Mais, que toujours ton cerveau soit/ la hase pleine qui conçoit." (Pero, que tu cerebro sea siempre la base plena que conciba), sin embargo la versión dice "Mas como la libre preñada/ esté tu mente ocupada" (página 27). No he entendido porqué esa alusión, que no está en el original, a la libre preñada, se confunde con el concepto de una mente que concibe, que crea. Considero que cambia mucho el sentido de los versos originales.
Respecto al poema "El conejo", la crítica no es a la versión, sino a la misma imposibilidad de traducir algunas imágenes poéticas. Porque en francés "pays de Tendre" tiene doble sentido imposible de transmitir en español: "país del Tendre", país imaginario del siglo XVII e inspirado en "Clélie, Historia romana" de Madeleine de Scudéry. y "país de la ternura", identificando la suavidad de la piel del conejo con la ternura. 
En la versión de "El dromedario" falta un concepto muy relevante, la admiración por el mundo, en el original dice: "Don Pedro d'Alfaroubeira/ couront le monde et l'admira" (Don Pedro de Alfarubeira recorrió el mundo y lo admiró)", en la versión lo deja en "recorrió la tierra" (página 31). Una vez más un concepto poético relevante desaparece. 
En el segundo poema "Orfeo" el "versionista" (ya sé la la RAE no recoge esta palabra para referirse a quienes hacen versiones) nos enreda en un incomprensible circunloquio, en el original, sencillo y sublime: "et microbes plus merveilleux/ que les sept merveilles du monde/ et le palais de Rosemonde!" (¡Y los microbios más maravillosos que las siete maravillas del mundo y el palacio de Rosamunda!). En la versión farragosa, a base de superfluas adjetivaciones: "y los microbios asombrosos,/que las siete maravillas del mundo y el gran palacio/ de Rosamunda no son maravillas a su lado" (página 37). Nefasto.
En el poema "El pulpo" el original dice "ce monstre inhumais, c'est moi- même." (este monstruo inhumano soy yo), pero la versión dice "Monstruo inhumano, es mi alma" (página 51). Bueno, para quienes no creemos mucho en las almas, podría considerarse más poético, pero también más incompleto.
En la versión del poema "El cangrejo" se pierde la aliteración, "Vous et moi nous nous en allons" (vosotros y yo, nosotros, nosotros vamos), "À reculons, á reculons", y sobre todo en este último verso podría haber quedado más acorde: "reculando, reculando", que incluso mantiene la rima, en lugar de "a reculones andando" (página 55). 
En el poema "La paloma" también se juega con el doble sentido de la palabra "marie", como María y como casamiento. En la versión se pierde la imagen poética.
En el divertido poema "El pavo real", quiero entender que el sintagma "En faisant la roue", se refiere a cuando el pavo real eleva y abre las plumas de su cola en abanico. La versión dice "abre el pájaro la rueda" (página 65), creo que no se entiende bien el sentido. 
Del poema "El búho" se ha eliminado una parte de la aliteración poética "qu'on cloue, qu'on décloue, qu'on recloue" (que se clava, se desclava, se vuelve a clavar), y ha quedado en "que clavan y que desclavan" (página 67), con lo que el verso queda un tercio más pobre. 
En "Ibis" se pierde otra palabra clave que da dramatismo al poema "Latin mortel, parole affreuse" (latinismo mortal, palabra terrible), queda en "Ibis, vocablo latino, mortal pájaro del Nilo" (página 69). Pero en el original al ave no se le define como "mortal", sino como "Ibis, oiseau des bords du Nil" (Ibis, ave de las orillas del Nilo). 
En definitiva considero que esta edición es un fraude, el editor ha publicado sus versiones a veces muy libres de los poemas con una calidad poética muy inferior a los originales de Apollinaire, despojándolos de muchas de sus bellas figuras, tropos y significados. Menos mal que nos ha dejado los poemas originales para que podamos disfrutarlos, aunque no seamos duchos en el idioma. Si lo habéis adquirido os aconsejo que acudáis a google para una lectura, comprensión y deleite más sublimes. Por supuesto una gozada los poemas de Apollinaire pero pobres y desafortunadas las versiones de Juan Barja. Por cierto que en los créditos no aparece Juan Barja como copyright de las versiones sino de la "traducción" algo sorprendente. También en la contraportada se presenta como que ha publicado traducciones. Pues no me parece muy honrado.



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